Al llegar al parque me quedé anonadada. Desde que coloqué mis pies en la entrada, todo tenía ambiente navideño. En todas las áreas sonaban las gaitas, aguinaldos, parrandas, ventas de diferentes motivos decembrinos y la neblina acompañada con la brisa fría era cómplice del entorno.

Me desperté temprano porque quería dejar el desayuno y almuerzo preparado para mi esposo y mis hijos, y poder salir sin preocupación y disfrutar al máximo mi paseo. Para las personas que estaban interesadas en subir con el grupo, quedamos encontrarnos a las 10:00 a.m. en la parada de las camionetas en la estación del metro Bellas Artes, que nos dejarían en la entrada del Parque. Al llegar, todas las interesadas emprendimos la aventura.

Mi alarma sonó a las 6:00 a.m. Comencé a preparar el desayuno y el almuerzo. Para el desayuno preparé unas empanadas rellenas con queso y mi café negro con bastante azúcar. Y para el almuerzo, arroz aliñado acompañado con ensalada, bistec, plátanos o cualquier otra cosa que les provocara. También me llevé 10 empanadas y café para compartir con las compañeras.

Al llegar al parque nos abrigamos bien, el frío y la neblina estaban fuertes.

Al comenzar el recorrido aproveché el momento para tomar algunas fotos a las casas de madera.

Me encantan las casas de madera, se ven muy lindas y me recuerdan a varias películas que he visto por internet.

Nos detuvimos un rato para observar el paisaje y tomar algunas fotos. Le entregué el celular a una amiga para que me tomara fotos haciendo morisquetas. No le quedó nada mal, je, je, je, je.

Para aplacar un poco el frío nos metimos en unos de los restaurantes a tomar chocolate caliente con galletas dulces y cualquier otra comida que les provocara de las que estaban a la venta.

Compré mi chocolate caliente, el precio fue de 2$, luego saqué mi café y empanadas y les ofrecí a las que estaban en mi mesa. Ellas hicieron lo mismo sacaron pan de sándwiches, cremas de diferentes sabores, galletas dulces y saladas.

Quedé full con toda esa comida, y para merendar, me regalaron una fresa con crema. Mi estómago estaba que explotaba, pero tenía tanto tiempo deseando comer fresa con crema que no me pude resistir.

Al llegar a casa, no quise cenar, todavía me sentía muy llena. Me di un baño, me acosté un rato a reposar y luego, me levanté a revisar por internet, responder mensajes recibidos, revisar algunos posts, dar los votos y comentarios correspondientes. Antes de acostarme, sólo tomé medio vaso de jugo de guayaba.

Doy gracias a Dios por mantenerme con salud, proveerme de comida y por los gratos momentos compartidos con mis amistades.