¿Cómo afecta el consumo de cafeína al riñón?
El consumo de café tiene muchas propiedades beneficiosas teniendo claro la cantidad que debe tomarse cada día. Las semillas del café se caracterizan por su alto contenido en polifenoles (sustancias con propiedades antioxidantes), cafeína, vitaminas, minerales y fitoquímicos bioactivos con potenciales efectos beneficiosos para la salud. Sin embargo, los estudios demuestran que lo que puede ser bueno para la salud en general puede no serlo para el riñón.
La enfermedad renal es un importante problema de salud pública en todo el mundo. Afecta a un 10% de la población, de edad entre 60-65 años. El envejecimiento produce que el riñón pierda ciertas facultades y empeore su capacidad para depurar la sangre, lo que provoca que se acumulen tóxicos en el organismo. El café tiene un alto contenido en cafeína. Ésta se ha considerado siempre que aumenta la hipertensión y, por tanto, produce un aumento de la hiperfiltración, y esa hiperfiltración mantenida a lo largo del tiempo es lo que va a producir un deterioro del riñón. Se pudo observar en un estudio realizado, que las personas que tomaban más de 2 tazas de café con cafeína al día presentaban un deterioro superior de la tasa de filtración glomerular que los que tomaban menos de una taza al día o que los no bebedores de café. Además, el consumo de más de 2 tazas de café con cafeína al día se asoció con un 19% más riesgo de tener una pérdida de la función renal más rápida. Por otra parte, existen efectos secundarios potenciales de la cafeína que, incluso en dosis moderadas, pueden empeorar la salud cardiovascular de las personas con enfermedad renal crónica.
En resumen, no se trata de eliminar el café de la dieta completamente, sino de reducir la cantidad de consumo en las personas mayores que tienen enfermedad renal, obesidad, diabetes, triglicéridos altos y HDL bajo, y esto puede hacerse reduciendo el café con cafeína y reemplazándolo por descafeinado. Se aconseja limitar el consumo de café con cafeína a una taza diaria.