Wordsmiths fiction week 4: The family secret.

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Cuando Julie se presentó a la lectura del testamento de su distanciado padre, no esperaba casi nada. Quizás algunos libros viejos o ese violín polvoriento que solía guardar en un rincón. Pero en cambio, el abogado deslizó una carpeta sobre la mesa. Dentro, había una frase encerrada en un círculo rojo:

"La herencia se dividirá en partes iguales entre mis tres hijos".

Julie se quedó paralizada. ¿Tres hijos? Sólo conocía a un hermano. No era una errata. Su padre, un hombre que evitaba las preguntas personales y rara vez hablaba del pasado, había reconocido legalmente a un tercer heredero.

El abogado le dio un nombre: Jeremy Cates. Sólo incluía un apartado postal y una condición: a menos que los tres herederos estuvieran de acuerdo, ninguno tendría acceso a la propiedad.

Julie perpleja miraba al abogado de la familia, el señor Beates, quién era hombre de confianza de su padre y por ende lo conocía desde hace mucho tiempo.

"No entiendo, no entiendo nada", fueron las primeras palabras que pudo pronunciar Julie.

El señor Beates, sabedor de la situación, la miró detenidamente mientras le decía: "Julie, pequeña, te conozco desde que eras una niña; déjame decirte que hay cosas que no sabes de tu padre, quién era la mejor persona que he conocido, un hombre bueno, correcto, justo... pero también tenía sus cosas, sus pequeños secretos."

"¿Pequeños secretos, señor Beates?; ¿Es en serio, cree que son PEQUEÑOS?", respondía Julie, añadiendo "Tengo otro hermano, y es un pequeño secreto, ¡No me venga con cuentos!", finalizó.

"Julie, debes calmarte, no puedes dañar el nombre de tu padre, no lo puedes juzgar sólo por un error que cometió en su vida. Él no quería ésto, simplemente sucedió en una noche de locura, en un poblado lejano, mientras trabajaba", comentaba el abogado mientras Julie lloraba incrédula de lo que estaba aconteciendo.

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"¿Quién es Jeremy?, ¿Dónde está?, quiero conocerlo", preguntó Julie al señor Beates, a lo que éste contestó: "Pronto lo sabrás, pronto conocerás a tu hermano...", "¡Medio hermano!", interrumpió Julie con una voz llena de dolor y resentimiento.

"Jeremy Cates es un niño, Julie; cuenta con sólo 10 años. Vive a cientos de kilómetros de aquí, y obviamente no sabe nada de tí, ni de tu padre. Su madre fue un amor fugaz de tu padre, fruto del cual nació Jeremy; sin embargo, tu padre prefirió ocultarlo para proteger la relación con tu madre y contigo; lo mantuvo en secreto, aunque siempre se hizo cargo de él, económicamente hablando", le explicaba el señor Beates a Julie.

"¡No puedo creerlo!, mi madre fue engañada y nunca lo supo, esta es una situación muy difícil...", prosiguió Julie, hasta que en un instante se quedó en silencio total, pensando y analizando todo, hasta que soltó la frase: "Quiero conocerlo, ahora, llévame con él, Beates".

"De acuerdo, es tu decisión, si quieres conocerlo ahora, iremos ahora mismo, prepara maletas, mientras yo compro los boletos de avión", sentenció el viejo abogado.

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En el trayecto, Julie iba muy nerviosa; su otro hermano (el que conocía) se quedó en casa, no sabía nada de lo que estaba ocurriendo, también era un niño, tenía 12 años; Julie, por su parte, contaba con 20 años de edad.

Todo fue silencio hasta que llegaron al aeropuerto de Ausburg y desde allí se trasladaron en un taxi a un pequeño y lejano poblado.

En un instante el taxi se detuvo frente a una antigua casa, "¿Es aquí?", preguntó Julie. ¡Si, es aquí! respondió el señor Beates.

El bajarse del auto, se miraron uno al otro, y se dispusieron a caminar hacia la puerta, llamando al instante a la misma.

En un momento abrió una hermosa mujer, preguntándole a los recién llegados: "¿Que desean?, ¿Ha quien buscan?".

Obviamente, la mujer no conocía al señor Beates; "venimos de parte de Alareiks Gutar (el padre de Julie)", contestó el abogado.

La mujer, sorprendida, no supo que responder. Cuando iba a decir unas palabras fue interrumpida por Julie: "Soy Julie Gutar, hija de Alareiks; lo sé todo, mi padre añadió al testamento al pequeño Jeremy, y quiero conocerlo".

La mujer, sin decir palabra, les hizo seña de que pasaran adelante, de que entraran a la casa.

Ya todos adentro, apareció al instante un pequeño niño, que presentaba algunas discapacidades físicas; al verlo, Julie lloró, lo abrazó y le dijo: "Perdóname, perdóname por no estar aquí todo este tiempo, y sobretodo, perdona a mi padre". El niño no sabía nada, sin embargo no dudó en devolverle el abrazo. Todos, conmovidos, soltaron algunas lágrimas.

Julie lo dejó un instante, mientras la madre le daba órdenes de que fuera a la habitación a jugar con sus juguetes.

"Mi padre le ha dejado la tercera parte de todas sus cosas a Jeremy, señora..." Ermisend, me llamo Ermisend, le dijo la madre del niño.

Prosiguiendo Julie: "Señora Ermisend, mi hermano debe acompañarnos a la lectura del testamento y debe ir usted también ya que él es un niño, para que tome parte de sus posesiones, las cuales mi padre les ha dejado."

"Efectivamente, mi lady", añadió el abogado; "deben acompañarnos para finalizar con el trámite".

"Está bien, iremos, dame un momento para arreglarme y nos iremos en un instante", respondió Ermisend.

Mientras la mujer se preparaba, Julie miraba fijamente con dulzura a Jeremy, y se preguntaba ¿Por qué mi padre no quiso que estuviera presente en nuestras vidas?, fue injusto, muy injusto, para todos.

Ya listos, tomaron un taxi que los llevara el aeropuerto y desde allí un avión de vuelta a la ciudad, lugar en el cual se llevaría a cabo la lectura del testamento y todo lo relacionado con el tema.

• ¿Quien es Jeremy?

Un hijo que tuvo Alareiks fuera del matrimonio en un lejano pueblo mientras trabajaba. Una noche de locura y pasión fue suficiente para concebirlo.

• ¿Por qué lo mantuvieron en secreto durante tanto tiempo?

El padre de Julie era un buen hombre, no quería dañar la relación que tenía con su esposa y con sus hijos; por lo cual decidió ocultar al pequeño Jeremy, aunque siempre estuvo pendiente de él y se hizo cargo económicamente.

• ¿Sabe siquiera que forma parte de la herencia?

No, no tenía idea, y tampoco debía saberlo, es solo un niño, ni siquiera supo que Alareiks era su padre, aunque lo había visto algunas veces.

Invito a los amigos @paholags, @haidee y @shanadesign a unirse a la dinámica.

Sin más que agregar, saludos cordiales.