Cambiando lo que está oculto

Todos debemos saber que hay cosas en nuestra vida que debemos corregir pues crean una barrera entre Dios y nosotros, pensamiento que cambiar, acciones que corregir, cosas que quizás nadie más sabe solo nosotros, pero que molestan verdaderamente nuestro ser, porque en el fondo sabemos que no están bien, y aunque se nos hace difícil queremos de verdad acabar con ellas.

Lo primero que debemos hacer para dejar atrás la cosas que pueden alejarnos de Dios, es dejar de pensar que pueden ser inofensivas, no acariciarlas, alejarnos de la tentación. Nosotros podemos hacer que el poder de Dios transforme todo nuestro ser solo con la decisión de que sea así.

Luego debemos apostar a un verdadero arrepentimiento, esto es lo que nos va a llevar. No volver a caer en la trampa del pecado, un arrepentimiento genuino, que salga de lo mas profundo de nuestro corazón, recordemos que la biblia dice que un corazón contrito y humillado no despreciar Dios.

Para aplicar correcciones en nuestra forma de vivir debemos aceptar que hay cosas que quitar, cosa que nos impiden avanzar, ya sean personas, objetos, hábitos, o comportamientos inapropiados. Es hora de sentarnos a pensar y a analizar detenidamente esas cosas por pequeñas que parezcan, por más inofensivas o que no tienen tanta importancia, son esos pequeños detalles los que a veces están impidiendo el crecimiento en nosotros pero como lo vemos cómo hábitos inofensivos, nunca son corregidos y evitan que crezcamos a los niveles de excelencia que Dios ha determinado para nosotros.

Es hora de limpiar tu vida, de que esas cosas salgan de donde estén arraigadas, de limpiar tu corazón, de presentar tu cuerpo como un sacrificio vivo y santo, agradable y perfecto delante de Dios.

Elimina ya esas acciones que no te llevan a la excelencia, que no te permiten ser dadivoso, que te apartan de las buenas amistades, que te separan de hacer misericordia y la perfecta voluntad de Dios. Convierte en esa persona que realice una autoevaluación todos los días, que pueda permitir a Dios actuar cada día a nuestro favor transformándonos y siendo agradables conforme a su corazón.

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Changing what is Hidden

We should all know that there are things in our life that we must correct because they create a barrier between God and us, thoughts to change, actions to correct, things that perhaps no one else knows but us, but that really bother our being, because deep down we know that they are not right, and although it is difficult for us we really want to do away with them.

The first thing we must do to leave behind the things that can take us away from God, is to stop thinking that they can be harmless, not to caress them, to move away from temptation. We can make the power of God transform our whole being only with the decision to make it so.

Then we must bet on true repentance, this is what will lead us. Not to fall again in the trap of sin, a genuine repentance, that comes from the deepest part of our heart, remember that the bible says that a contrite and humiliated heart does not despise God.

To apply corrections in our way of living we must accept that there are things to remove, things that prevent us from moving forward, whether they are people, objects, habits, or inappropriate behaviors. It is time to sit down to think and analyze carefully those things, no matter how small they may seem, no matter how harmless or unimportant they may be, it is those small details that sometimes are hindering growth in us but as we see them as harmless habits, they are never corrected and prevent us from growing to the levels of excellence that God has determined for us.
It is time to cleanse your life, to cleanse your heart, to present your body as a living and holy sacrifice, pleasing and perfect before God.

Eliminate now those actions that do not lead you to excellence, that do not allow you to be generous, that separate you from good friendships, that separate you from doing mercy and the perfect will of God. Become that person who performs a self-evaluation every day, who can allow God to act every day in our favor transforming us and being pleasing according to his heart.