Muchas gracias por tus consejos, la verdad es que en esos momentos uno tiene que ser muy bondadoso consigo mismo y con su entorno, entender y aceptar que las cosas pasaron como pasaron y que realmente no había ninguna otra alternativa. Por lo general, uno busca darle un sentido y a veces podemos sentirnos mal con nosotros mismos y culparnos duramente y también con los demás. Pero la verdad es que simplemente sucedió lo que en algún momento sucedería y nadie puede controlar eso. En mi caso, fue mi padre quien falleció hace un año, sin embargo yo meses antes de que falleciera tenía la inquietud de hablar con el y "arreglar" todo lo que teníamos pendiente desde que yo estaba pequeño, y pues, meses después de esa conversación sucedió. Si fue duro, pero pude sentirme bien conmigo mismo de haberlo escuchado y de haber tenido empatía con el, así como de hacerle saber en vida que para mí era o es un gran padre y que no importaba el pasado sino que simplemente le perdonaba. Dato curioso, que fácil es decir "te odio" y que difícil nos es decir "te amo" a nuestros propios familiares. Este tipo de acciones son difíciles de llevar a cabo pero la verdad nos quitan un gran peso de encima. Si hay alguien que esté leyendo esto y tiene algo pendiente con un familiar o un amigo y aún no ha cerrado esa etapa le recomiendo que lo haga, es simplemente decir tu perspectiva con respeto y escuchar la perspectiva del otro desde el amor, es duro, pero creo que es más duro vivir con ese tipo de sentimientos toda la vida, en especial cuando esa persona es muy amada y el orgullo, ego y odio no permite saldar aquello que está pendiente. Acá mi humilde voto :)