Colombia, por ser tan cercano, es uno de los países más afectados por la masiva huida de ciudadanos venezolanos que buscan una mejor vida lejos de su país natal. Sin embargo, la migración excesiva vino acompañada de la delincuencia venezolana, que algunos extranjeros comenzaron a practicar en las principales ciudades del país.

Un taxista aseguró al equipo reporteril de El Nacional Web que en el país, principalmente en la ciudad de Cúcuta, se ha vuelto común que asesinen a personas para robar, y afirmó que la mayoría de los casos hay venezolanos involucrados.

“La gente le está agarrando pavor a los venezolanos. Se ha venido mucha delincuencia, la moda de ahora es que degollan a las personas para quitarles su dinero”, expresó el conductor, quien contó que vivió un tiempo en Venezuela y agradeció al país por lo que logró adquirir.

Ante los recientes casos delictivos, en los que estuvieron involucrados venezolanos, los ciudadanos de Cúcuta se cohíben de ofrecer ayuda a los migrantes. Esta situación aumenta la xenofobia en las zonas fronterizas y afecta a los extranjeros que planean trabajar de forma honrada en suelo colombiano.

El suceso más reciente fue el asesinato de un hombre de 78 años de edad, quien presentó signos de tortura. El hecho ocurrió en el municipio La Gabarra, del Norte de Santander.

Las autoridades locales presumen que en el homicidio están involucrados algunos venezolanos allegados de la víctima, quienes intentaron robar las pertenencias del hombre. Según el móvil sería para que el hoy occiso no los delatara, así lo reseñaron varios medios locales.

Conocidos del hombre informaron que días atrás la víctima había discutido con uno de los venezolanos por una deuda en el supermercado, propiedad de la víctima.

Xenofobia en su máxima expresión

Ante la ola de delincuencia que se desata en el país neogranadino, algunos ciudadanos han mostrado su rechazo hacia los venezolanos, específicamente en contra de los que duermen en las calles o en sitios como el “Hotel Caracas”, una cancha deportiva en Cúcuta que fue convertida en un campamento venezolano ilegal.

A pesar del aumento del índice delictivo, gran parte de los venezolanos que migran a Colombia buscan mejorar su calidad de vida mediante trabajos honrados. Sin embargo, son catalogados -en general- como delincuentes, debido a los delitos cometidos por un grupo reducido de extranjeros.

Algunos venezolanos que residen en suelo neogranadino son víctimas de humillaciones y acciones xenofóbicas. La señora Luz Amparo Durán fue víctima de estas tratos vejatorios. Denunció, con lágrimas en sus ojos, que le arrojaron orine desde un apartamento.

“Nos califican a todos que somos de lo peor y no debe ser así. Todos no somos iguales. Hay que reconocer que ha emigrado mucha gente que ha venido a hacer lo que no se debe hacer, han hecho cosas incorrectas”, expresó la señora.

Desde insultos hasta agresiones físicas, es parte de lo que soportan algunos venezolanos. Los extranjeros resisten mientras esperan una mejor calidad de vida lejos de la crisis humanitaria y económica que afecta a Venezuela.

Pero no todos los cucuteños muestran temor y rechazo hacia los ciudadanos del hermano país. Muchos de ellos aún prestan sus viviendas para que las personas se bañen, coman y hasta puedan dormir lejos de las frías calles.