Experiencias Aterradoras 2
Los años pasaron sin volver a ver algo inexplicable, tenía aproximadamente 15 años por aquel entonces, y desde que falleciera mi madre años atrás, acostumbrábamos a viajar mi papá, mi hermana y yo a casa de mis abuelos paternos, a unas 3 horas de carretera de nuestro hogar, unas dos veces al mes o en ocasiones, alguna más.
Generalmente viajábamos los viernes por la noche, apenas mi papá regresaba del trabajo, preparábamos rápidamente las maletas y partíamos en nuestro viaje, cenando en casa de mis abuelos en cuanto llegásemos.
Eran días muy entretenidos, mi papá descansaba del trabajo de la semana y en cuanto a mi hermana y yo, jugábamos videojuegos con nuestros dos primos que allí vivían, también yo acostumbraba a jugar con la única computadora que había en la casa aquellos días, la cual era una laptop del 2005 o un poco más antigua, con el clásico Windows XP.
Una noche como cualquier otra, yo estaba sentado en el mesón utilizando la laptop. Se hizo bastante tarde, ya recién era pasada la media noche y yo me encontraba en ese momento asombrado con mi descubrimiento más reciente. Había descubierto hacía unos minutos que el reproductor de Windows Media tenía un ecualizador de audio y estaba configurándolo, cambiando niveles de bajos, medios y agudos, mientras escuchaba canciones con unos auriculares para encontrar la manera en que sonara más agradable a mi gusto.
Estaba bastante emocionado por ello, tanto que se me pasó volando el tiempo y se me hizo tan tarde, desde hacía más de una hora que todos en la casa estaban durmiendo y de pronto... Sentí que me miraban, pensé que mi tía se había despertado, puesto que desde donde yo estaba sentado podía verse la entrada de su habitación si miraba en diagonal atrás a la derecha (como a las 4 en punto por decirlo de otro modo) atravesando un enorme cuadrado que conforman el comedor, un estar y la cocina de la casa.
Pasó por mi mente que me iba a llamar la atención por aún estar despierto y haber dejado encendidas las luces del comedor y el estar, cosa que pensé la habría despertado, debido a que ella dormía con la puerta de su habitación abierta e iluminaba bastante su cuarto la luz de esas lamparas.
Cuando me volteo a ver... no era mi tía quien estaba observándome... era una silueta negra traslúcida, como la que había visto algunos años atrás que comenté en la historia anterior, sin embargo, esta vez la silueta parecía ser un niño, y estaba allí, viéndome fijamente, a pocos metros de mí, arrodillada con las manos apoyadas sobre una de las sillas del comedor y estirando el cuello para verme.
Sólo pude verle la cabeza, el resto del cuerpo lo tapaba una columna que estaba junto a esa silla, pero por la posición desde donde me miraba es que puedo suponer la posición en que se encontraba, sin embargo, apenas me voltee a ver, esta silueta se escondió rápidamente detrás de la columna, en menos de un segundo, como un niño espiando y escondiéndose apenas lo encuentran.
Pensé que había sido una alucinación, ya estaba cansado y tenía sueño, pero me pareció curioso que justo donde me había parecido ver la silueta del niño observándome, cuando esta se escondió, quedo moviéndose levemente el mantel de la mesa que caía en esa esquina, pero sólo en ese lugar específico, como si fuese un soplido, puesto que una brisa haría que se moviese toda la parte del mantel que cae de la mesa.
Como no era mi tía mandándome a dormir, me voltee nuevamente a continuar lo que estaba haciendo en la laptop, ignorando completamente lo sucedido, sin embargo... a los pocos segundos comencé a sentir una brisa gélida, era realmente fría, pero sólo en mi espalda, más específicamente en la nuca, como si acercaran lentamente una bolsa de hielo.
Esto sí me asustó y bastante, inmediatamente cerré todos los programas abiertos en la laptop y me levanté de la silla, apenas hice esto, dejé de sentir el aire gélido que estaba tras de mí, sin embargo quería irme de ese lugar tan pronto fuera posible, así que dejé pulsado el botón de encendido de la laptop ocho largos segundos, los cuales pasaron como una eternidad, hasta que se apagó forzadamente y le cerré la tapa de golpe.
Fui rápidamente al estar para encender la televisión y bajarle el volumen para no despertar a los demás mientras preparaba el lugar donde dormía, cabe destacar que la casa de mis abuelos tenía todas sus habitaciones llenas, por mis familiares que vivían allí, mi papá y mi hermana dormían en una de esas habitaciones, mientras que yo por mi parte, al irme a dormir colocaba una colchoneta grande en el estar, paralela al comedor... justo al lado de donde me pareció ver, hacía un minuto, la silueta traslúcida del niño observándome.
Ya con la televisión encendida y sin volumen, regresé al mesón donde estaba la laptop para apagar la lampara de allí, luego apagué las lamparas del comedor y el estar y me fuí corriendo a la colchoneta para arroparme completamente sin querer abrir los ojos por nada del mundo hasta quedarme dormido.
Un par de años después, seguíamos la misma rutina de viajar seguido a casa de mis abuelos y yo seguía durmiendo en la misma colchoneta paralela al comedor, hay algunas cosas absurdas en las que soy quisquilloso y esta era una de ellas, me gustaba colocar esa colchoneta totalmente paralela al comedor, lo suficiente para que no se pudiese notar alguna inclinación.
Al dormir, yo me movía bastante, a veces amanecía con un brazo, una pierna, o la cabeza con la almohada en el suelo, pero en las mañanas siempre encontraba la colchoneta paralela al comedor antes de volverla a doblar y guardar, como una especie de futon.
Una noche, mientras dormía, sentí que repentinamente se movió la colchoneta, como si alguien la fuese agarrado la parte que estaba a la derecha de mi cabeza y halado abruptamente. Eso me despertó y de inmediato pensé en dos posibilidades, la primera era que mi abuelo se hubiese desorientado al ir a beber agua y me llevase por delante tratando de regresar a su habitación,me parecía muy extraña esa posibilidad porque donde yo me acostaba a dormir no interrumpía el paso, más bien me separaba el comedor del recorrido que se hacía para llegar a la cocina; y la segunda posibilidad que imaginé era que mi primo mayor me estuviese jugando una broma, cosa que también me extrañaba, puesto que nunca solíamos hacernos bromas entre nosotros.
Al abrir los ojos, busco con la mirada rápidamente si estaba mi abuelo caminando o si lograba ver a mi primo escondiéndose, pero no había nadie, estaba completamente sólo ese lugar, cerré los ojos y me enfoqué en escuchar hasta el más mínimo ruido, si fuese sido mi primo se escucharía su intento de controlar su risa en algún lugar donde estuviese escondido o escucharía sus pasos cuando regresara a su habitación, sin embargo, nada, no había ningún ruido, ningún paso, nadie en la casa se había despertado.
Ignoré lo sucedido y me volví a dormir para llevarme la sorpresa, por la mañana al levantarme, que efectivamente algo había arrastrado un poco la colchoneta donde estaba durmiendo y la había inclinado bastante a un lado.
Mucho tiempo después, mientras comíamos por fuera junto con mi tía y mis primos, me di cuenta que efectivamente sucedían cosas raras en la casa en el período de tiempo que sucedieron las situaciones anteriormente explicadas, como que en la habitación de mi primo se encendía de pronto su tv, la cual podía estar averiada, o que él sentía repetidas veces que se sentaban en una esquina de su cama pero no había nadie ahí, y que esa misma sensación la tuvo el novio de mi prima, quien una noche que mi primo se había quedado en casa de su otra abuela, aprovechó de dormir en la habitación de mi primo en lugar del sofá de la sala donde dormía cuando venía de visita.
El novio de mi prima comentó que mientras dormía sintió que alguien se sentó repetidas veces en la esquina de la cama, pero al ver no había nada ni nadie, y que esto lo asustó tanto que se levantó, fue a la puerta de mi prima tocando desesperadamente para que lo dejara entrar, pero ella le dijo que no le prestara atención a eso y que siguiera durmiendo en la habitación de mi primo.
Definitivamente, una experiencia, aterradora...