Físicamente estoy en este sitio tan extraño pero mi mente tan lejos de mi cuerpo que parece que me encuentro ausente en este preciso lugar. Solo mi cuerpo parece encontrarse en este lugar tan comparable con una matrix. Caminando en una ciudad virtual, donde las casas parecen estar vacías y solo adornando lo que pudiera ser una ciudad perfecta. Un verdadero escenario digno de ser un video-juego, un lugar en el que a dónde vayas no existe la alegría de vivir.

En cambio, aún en la distancia, no puedo escapar de las dificultades de aquel lejano lugar. Mi mente no descansa ni un segundo. Permanece trabajando sin parar, para poder tener en mis manos el poder de elegir de una vez por todas... Tan sólo me gustaría tener la posibilidad de solucionarlo todo.

Suelo dar una mirada al pasado, luego lo comparo con este instante y lo que puedo precisar es que soy una extranjera en cualquier lugar donde me pare. Es esa persistente sensación de pertenecer y que al mismo tiempo no, que nos persigue a donde quiera que demos un paso.

Sólo una cosa me mantendría con vida en este apático lugar, y a veces, dudo que lo tenga. Cada noche me duermo con un nudo en la garganta lleno de esperanza en el que mañana va ser mejor y este turbio momento es transitorio.