¿Habrá alguna vez igualdad económica?
Seguramente muchos de ustedes han oído decir que: “El 1% de la población mundial posee más riqueza que el 99% restante”.
Puede que haya algo de cierto en ello. Pero creo que lo importante es saber distinguir entre aquellos que obtuvieron su riqueza sirviendo al prójimo con bienes y servicios de mejor calidad, y aquellos que la obtuvieron perteneciendo a una oligarquía incrustada en un sistema corrupto que pone barreras a todo aquel que quiera tener libertad para saltar dichas barreras.
Diferentes orígenes de la desigualdad
Podemos encontrar dos sistemas: uno donde los ricos son el producto del prebendarismo, del “amiguismo” que hay entre ellos y la clase política, de tener los beneficios de conocer a la gente “correcta”. En ese sistema, la desigualdad generará malestar y bronca.
El otro sistema es aquel donde la desigualdad es producto de la eficiencia de los individuos para generar riqueza. Un sistema donde se pueden obtener los frutos de acuerdo a cómo se trabajó en pos de un objetivo.
¿Podemos afirmar que siempre existirá desigualdad?
Yo creo que sí, nunca podremos llegar los niveles de igualdad, que creo suenan utópicos, que algunos políticos alzan en sus discursos.
Podemos abogar por la igualdad de oportunidades para todos los individuos, pero los resultados no serán lo mismo, y así volvemos a lo mismo: DESIGUALDAD. Y así volvemos a escuchar los mismos discursos políticos acerca de la igualdad y la distribución de la riqueza.
¿Es la desigualdad sinónimo de pobreza?
No. Tan simple como “no”. No es necesario que haya desigualdad para que haya pobreza, como no es necesario que pobreza para que haya desigualdad. Son conceptos que han sido enlazados el uno con el otro, conceptos que parecen “ir de la mano”. Pero como ya dije: no son sinónimos ni mucho menos.
Muchas veces nos dejamos llevar por la percepción de algunas personas influyentes y nos olvidamos que la verdad reside en los DATOS. Así es, los datos. Éstos son los únicos que pueden dar un poco de verdad entre tanto juicio de valor. Y éstos nos dicen que la humanidad nunca ha disfrutado de un bienestar económico y el acceso a bienes y servicios tal como puede hacerlo hoy.
Lo importante es radicar la pobreza, no buscar la igualdad a través de quitarle a unos para repartirlo a otros, haciendo caridad con lo ajeno. Así es muy fácil ser solidario.