UN HOMBRE ENAMORADO
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Desperté, eran las seis de la mañana vi una silueta moverse en la habitación era REYVEN mi esposa todas las mañana se despierta primero que yo, se alista para ir al trabajo ella dedica mucho tiempo en arreglarse teniendo cuidado de cada detalle (ojos, labios, tono de piel, cabello, tipo de vestido y zapatos) se mira su reflejo en el espejo y podía ver los mínimos detalles que había que arreglar, no dije ni una sola palabra solo me que observándola, viendo lo hermosa que se veía, todos los días lucia radiante y bella pero en estos seis años de matrimonio no me había detenido a observar el tiempo que invierte en arreglarse, en colocarse ese delicioso perfume que tanto me gusta, en ponerse todos los días una pulsera que fabrique yo mismo y que se la regale el día que le confesé mi AMOR hacia ella, cuando solo éramos dos jóvenes.
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(Abecés no sé lo que ella vio en mí, nunca fui el chico más popular, ni el más guapo mis notas no eran las mejores, pero ella era tan diferente popular, lindísima y muy aplicada yo me sentía un completo tonto enamorado de una chica que era inalcanzable para mí, eso me decía yo. Éramos tan diferentes pero a la ves había algo que nos conectaba no sabía que era ni de dónde provenía, pero esa sensación le daba aliento a lo que sentía por ella, cuando le hablaba las palabra se atoraban en mi boca el semblante de mi piel cambiaba y de inmediato mis manos comenzaban a sudar descontrolada mente yo trata de ocultar todas estas señales de amor, por vergüenza que iban a decir todos, el chico más pobre del mundo enamorado de REYVEN –mi familia era de pocos recursos, recursos muy limitados muchas veces me ponía a pesar, que era un IDIOTA enamorado de una chica, del cual no tendría el dinero suficiente para darle lo que ella se merece, que le podría ofrecer yo a ella agua algunos dulces– cuando todos estos pensamientos invadían mi cabeza, desistía de aquella tontería del amor.
Pero me era inevitable no sentir nada todo en ella me gustaba su cara, su piel, cabello, forma de vestir, su voz, su olor todo, completamente todo en ella me atraía, nosotros pasábamos mucho tiempo juntos estábamos en las mismas clases y pues me conformaba viéndola todos los días y cuándo nos tocaba hacer cualquier proyecto juntos.
Paso mucho tiempo para confesarle lo que sentía por ella, pero un día muy común como cualquier otro me puse a observarla muy detenidamente muchas veces se me quedaba observándome me ponía tan nervioso cuando hacia eso no hallaba donde colocar mi vista. Pero ella lo hacía me observaba, y me coloque analizar toda la situación muchas veces cuando ella me dirigía la palabra su voz no sonaba igual su piel se veía más blanca de lo usual y escondía sus manos detrás de su espalda, al pensar todo esto yo no podía creerlo una sonrisa estúpida se plasmó en mi cara, será que ella sentía lo mismo que yo, como pude ser tan tonto y no darme cuenta.
Al llegar del colegio no pude dejar de pensar ella, y en que tal vez ella estuviera sintiendo lo mismo que yo asique decidí armarme de valor y confesarle todo le sitia por ella, el miedo se apoderaba de mí, pero aun así quería decirle lo que sentía, comencé a fabricarle una pulsera con cosas que habían en la casa agarre un cordón de estambre de mama calor violeta que era su preferido y algunas (bisutería) de cadenas viejas y rotas que mama tenía en una gaveta y comencé hacerle la pulsera, no era la gran cosa del mundo pero en ese momento no era yo mismo mi cuerpo estaba en automático.
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Al terminarla decidí ir hasta su casa, y así lo hice le confesé todo mi amor y ella correspondió a él no nos hicimos novios al momento pero eventualmente paso, y al pasar los años se convirtió en mi esposa.)
Al verla esa verla esa mañana me di cuenta de lo afortunado que era por tenerla no podía ni imaginar cómo sería mi vida sin ella, me levante de la cama y me dirige hacia el baño donde estaba ella, la sujete fuerte de la cintura le di la vuelta hacia mí y la alcé colocándola sentada en el lavamanos, y la vece como la primera vez, un beso tan profundo y apasionado comencé a desudarla, acariciar y besar cada centímetro de su cuerpo los dos estábamos explotando de excitación nuestras respiraciones se podían escuchar a lo lejos con cada caricia con cada beso, hicimos el amor en el baño como nunca lo habíamos hecho quedamos abatidos en el suelo y con ella en mi pecho mirándome le dije –PERDÓNAME– ¿POR QUÉ? –POR NO DECIRTE CADA DÍA QUE TE AMO Y QUE ERES LA MUJER MAS HERMOSA DEL MUNDO TENGO MUCHA SUERTE EN TENERTE A MI LADO– ella se ruborizo y solo sonrió, con la misma sonrisa tan encantadora de siempre y que yo hace tanto tiempo no valoraba.
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Al irse al trabajo sentí algo de nostalgia por darme cuenta de lo afortunado que era, y entender lo valioso que es ella para mí sin necesidad de perderla.
En la vida hay que arriesgarse y confesar el amor, cuando no lo haces ese mismo sentimiento te va quemando por dentro lentamente y al final muere y te duele. Y hay que valorar a las personas y hacerlo hoy no esperar a que perdamos a ese ser querido y en ese momento darnos cuento de lo importantes que eran.
GRACIAS POR LEER