La Biblia establece las condiciones del Matrimonio y las parejas cristianas están comprometidas a cumplir con ellas. Al momento de unirse en sagrado matrimonio, aceptan que esa unión es para toda la vida y por lo tanto lo que ha unido Dios el Hombre no podrá deshacerlo. Por ello si alguno quisiera separarse no lo podrá hacer ya que esa unión es bendecida por Jehová hasta la muerte de alguno de ellos. Pero si se unen en Matrimonio dos personas que se unen, alguno de ellos no es cristiano, el que lo sea santificara al otro no cristiano (El hombre o mujer Cristiana), pero si el no cristiano se empeña en divorciarse o separarse de su pareja, la Biblia acepta esta separación dado que el no cristiano, no está bajo compromiso de acatar la ley cristiana y queda exento de responsabilidad de esa unión y sus condiciones.