El valor de la feminidad.
Muchas veces para mis amigas intento ser la fortaleza que necesitan, trato de hacerlas sonreír ante los embates de la vida. Creo que ven en mí la sonrisa tras cualquier pena o situación, jamás me ha gustado llorar, no me gusta hacer eco del dolor; por supuesto que he tenido angustias y tristezas en el camino, pero siempre me recuperé, di por entendido que no podían contrarrestar mis ganas de sentir alegría. Es natural apoyarse entre las amigas, cuando tenemos dificultades somos el aliento para llegar, a veces compartimos sólo alegrías o cosas simples de chicas.
Las mujeres generalmente somos fuertes, con esto, no es que intente escribir sobre superioridad, sólo intentaré abordar un tema que es muy común a todas las chicas, sobre ser femenina y sentirlo así, pero en ocasiones podemos preguntarnos: ¿por qué los hombres nos dominan? Aunque las mujeres no queramos que el hombre domine nuestros espacios, no podemos negar que disfrutamos momentos donde el hombre nos hace sentir la necesidad de poseernos. Eso es manejable.
Sí, en el párrafo anterior terminó mi feminismo. Pero no así mi feminidad.
Respetando cualquier tipo de preferencia, el género femenino se distingue por su delicadeza, y la inteligencia lo hace sublime.
Es hermoso ser mujer, yo en lo particular disfruto distraerme en las flores, dejarme enamorar por un poema, es lo normal, es la esencia natural de la criatura divina que somos, por algo capaces de llevar la vida en nuestro vientre y hablar con nuestros hijos desde nuestros adentros con solo los latidos del corazón. Yo admiro la fortaleza de los hombres, su escultura física, lo que son y representan. Todo en el equilibrio del respeto y el amor. Por ello, pienso que las parejas que se aman pueden disfrutar de todo plenamente.
Lo único no permisible entre las parejas, sea cual sea los gustos en otros espacios, es la violencia. No ama quien golpea. No es posible que a alguien se le ocurra decir “te quiero” después de violentar el espacio físico, o mental de otra persona. Porque aclaro, existen golpes más fuertes que los físicos, esos que intentan acabar con la autoestima, el valor y las ganas de vivir de cualquier persona; sobre todo si se trata de una mujer la afectada, es algo muy grave.
Simplemente, es importante y necesario, enseñar a las niñas a valorar su feminidad, a ser optimistas, que sepan definir su personalidad con base en el respeto, se trata de quererse más allá que a cualquier otra persona. Que desde niñas sepan identificar lo que es bien, lo que no es, lo que las hace felices, o sentir tristes. Siempre partiendo de que amar no es una obsesión, es más el valor de reconocerse feliz al compartir con alguien, son las obsesiones las que ciegan el razonamiento, y así se corrompe el afecto.
Corintios 13:4-13 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido…
Abanderar la feminidad, no implica ser más débil, no implica no poder desarrollar roles sociales o profesionales, es disfrutar las bondades de poder expresar los sentimientos a plenitud, de poder maravillarnos ante el amor, ante una rosa, ante un bebe. Yo amo ser mujer, adoro mis diferencias femeninas ante los hombres. Ese es el mensaje, disfrutar la ventaja que Dios nos regaló como genero bendito de su creación.
Ustedes son lo máximo, las amo.
Ja ja Gracias.
La sutilieza de los modales femeninos es la coraza que protege el amor, fuente de energía para mantener la vida. Por eso, la naturaleza fue sabia al dar al genero femenino el rol de madre y ser protectora y escuela de quienes se inician enel camino de la vida, sus pequeños hijos.
Gracias por su hermoso comentario.
Un abrazo.
Excelente reflexión @slwzl, comparto tu publicación eso si hay mucho trabajo por hacer no te rinda.
Un gran abrazo psicológico recuerda que siempre cuenta con nosotros te dejo mi voto. =)
Hola @underworldart gracias.
Una idea... 🙄 dibuja amigos de Steemit.
También un abrazo para ti.
Saludos.