Nuestro Señor Jesucristo nos compró y pago por nosotros con su preciosa sangre, sin distinción de raza y lengua. Es decir Jesús es el único dueño de nosotros, porque él Pago al inmolarse por nosotros.
Por eso al decir la expresión:
Que nos cubra la preciosa sangres de Cristo, eso significa que estamos siendo limpiados y purificando nuestra alma y conciencia de todo pecado. Para ser perdonados, para obtener la vida eterna por gracia de su sangre milagrosa y bendita.
Por eso a su sangre se le llama precio, porque fue la forma de pago que por nosotros canceló.
Corintios 7:23
Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Hechos 20:28
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.
Jesús al purificarnos con su sangre nos librará de la ira de Dios.
A los impíos ni todas sus riquezas los librarà de la ira de Dios, solo la sangre de Jesús.