Para nadie fue un secreto que Voltaire fue el ateo más conocido y talentoso del mundo, que hizo muchas publicaciones en contra del cristianismo. ¿quien podía pensar que estuviera equivocado un hombre tan inteligente como él?, jamás pensaríamos que él en algún momento, podría desvirtuar sus convicciones. sin embargo, a la hora de morir, pasan cosas que nos sorprenden.

Ahora bien, ¿cual era la queja más destacada de Voltaire? que había sido abandonado por Dios y por la humanidad, cuando este hombre estuvo viviendo el valle oscuro de la muerte gritaba ¡Oh, Cristo! ¡Oh Jesucristo!, su sufrimiento fue tal, que su enfermera Marechal de Richelieu, abandonaban por momentos el cuarto porque no querían ver una muerte tan horrible.

Quizás pensarás que como es posible que Voltaire en medio de ese sufrimiento no resistió a Dios?, particularmente pienso "Tenía algún atisbo de certeza, que existía un Dios. Para todos sus conocidos, Voltaire había descubierto puntos débiles en la religión, pero, también encontró puntos fuertes, sin embargo, los despreció por su afán de no perder su credibilidad de escritor valiente.

Es decir, cuando la muerte estuvo lejos el se apropió de sus verdades para mantener su prestigio ante el mundo, sin embargo, cuando vio que se abrían las puertas de la eternidad , definitivamente tuvo que clamar "Oh Cristo... Oh Jesucristo!, que más podemos decir, "la hora de la muerte, es la hora e la verdad".