Zona Tai Chi: El poder de los alimentos en Medicina China

Más allá de todo lo que podemos hacer por nuestra salud (ejercicios; dormir bien; llevar control de nuestros parámetros corporales como peso, y analítica de la sangre; tener buen ánimo y buenas relaciones con los demás), somos seres que necesitamos comer.

En la filosofía taoísta, madre del Tai Chi Chuan y la Medicina Tradicional China, el universo es un lugar de continuos cambios, y comprende múltiples sistemas que están en continua relación. De este modo, podríamos decir que nuestro entorno natural es un gran sistema equilibrado, y nuestros cuerpos son asimismo sistemas también.

Cuando comemos, estamos reproduciendo el mundo en nuestro interior. Al alimentarnos, nuestra naturaleza interactúa con nuestro entorno. Al comer, por ejemplo, frutos de estación, o comida local, estamos absorbiendo elementos que produce naturalmente nuestro entorno en un momento específico. Al comer, estamos encarnando al sol, las estrellas, las aguas y la tierra misma.

Al observar a una persona comer, un médico tradicional chino puede notar, a través de sus apetencias, ciertas carencias energéticas de quien come. Inclusive, carencias psicológicas, pues nos dice la acupuntura bioenergética que los alimentos están relacionados con nuestros estados de ánimo. Esto significa que nuestro cuerpo intuye qué le hace falta.

Esto quiere decir que la dieta es un método de diagnóstico para entender qué pasa en el cuerpo de una persona, según la Medicina Tradicional China. También quiere decir que el poder de los alimentos es, no sólo el de darnos energía para hacer nuestras actividades, sino que es terapéutico. Los más grandes médicos griegos de la antigüedad decían “que los alimentos sean tu medicina, y la medicina sea tu alimento”.

De este modo, los japoneses han desarrollado una dieta que respeta los principios Yin y Yang del taoísmo. Esta dieta se llama macrobiótica. Actualmente se trabaja, con frecuencia, con la macrobiótica y semejantes en las consultas de acupuntura.

Los signos de una buena digestión incluyen ausencia de malestar en el estómago o los intestinos; evacuación regular y fácil, sintiéndose mucho mejor después; satisfacción después de las comidas, sin hambre; sentirse despierto y con la mente clara, y no tener malos olores.

Por otro lado, los signos de una mala digestión son malestar en el estómago y los intestinos; eructos y flatulencias; mal sabor de boca y mal aliento; dificultades en la micción y la evacuación; cansancio, depresión e irritabilidad; falta de satisfacción en la comida; y finalmente, antojos incontrolables.

Para la acupuntura bioenergética, el estómago es el centro mismo de todo nuestro sistema, porque a través de él, y de los pulmones, cargamos de Qi el cuerpo para que permanezca funcionando.

Como dijimos antes, el equilibrio de los alimentos está entre el Yin y el Yang, y cuando hay un desequilibrio, tendemos a enfocarnos en uno de los extremos. En el caso de las disfunciones Yin, tenemos, por ejemplo:

1. Frío: poca sed, incomodidad en ambientes fríos, lento, pasivo.
2. Humedad: ausencia de sed, mucosidad o saliva abundante, piel y cabello grasientos, sudor viscoso.
3. Agotamiento: sentirse débil, cansarse fácilmente, falta de motivación.

En el caso de los desequilibrios Yang, encontramos:

1. Calor: sed, sensación de incomodidad en ambientes calientes, impulsivo, contestatario.
2. Sequedad: sed; boca, piel y cabello secos; sensación de incomodidad en ambientes áridos y ventosos. Micción poco frecuente, concentrada y escasa.
3. Congestión: estreñimiento y gases; dificultades para sentirse cómodo y satisfecho, inquietud, empeora después de comer o beber.

La lógica de la Medicina Tradicional China es que:

• Para el calor, enfriar.
• Para la humedad, secar.
• Para el frío, calentar.
• Para la sequedad, humectar.
• Para la congestión, vaciar.
• Para la deficiencia, llenar.

En otras, palabras, al exceso de Yin, se le trata con Yang. Al exceso de Yang, se le trata con Yin.

Ahora bien, ¿qué alimentos son Yin o Yang?

Resumiéndolo mucho, los alimentos más calientes tienden a ser el queso, los huevos, el pescado, los mariscos, la carne, el pollo, el arroz, la mantequilla, el azúcar, la alcachofa.

Los alimentos más fríos tienden a ser las frutas, las verduras, el berro, la lechuga, el maíz, la cebada, el trigo, el requesón, el yogur.

Sin embargo, también hay alimentos neutros, como la papaya (lechosa en Venezuela), los higos, las pasas, las uvas, la miel, la nuez moscada, la remolacha, las setas, la papa, la zanahoria.

Sin embargo, esto varía de acuerdo a si queremos descongestionar, reforzar el Qi, la sangre, reforzar los fluidos, y más.

La buena alimentación es fundamental para mantener para una buena salud. La macrobiótica no prohíbe estrictamente ningún alimento (salvo que por motivos de salud no puedan consumirse, como en el caso del azúcar para los diabéticos, por ejemplo). Por otro lado, esta dieta sugiere mantener alejado el exceso de químicos y conservantes de los alimentos.. 

Lo que la dieta macrobiótica destaca lo mismo que el Tai Chi Chuan y la Medicina Tradicional China.

¡Equilibrio!