La Decisión
Joan es un joven amigable, servicial, responsable y con un gran sentido del humor. Desde que tiene memoria vive en la calle Los Presidentes, y tiene como amigos inseparables a Ricky, Miguel y Fernando. Siempre están juntos, cursaron toda la primaria y secundaria en las mismas escuelas y salones. Ahora que son grandes y adultos, mantienen el mismo contacto de siempre. Su lugar preferido de reunión es la fuente de soda del señor Tomas, en la esquina que da a la Gran Avenida. Ricky, el más joven de los cuatro, es algo inmaduro. Trabaja en una de las panaderías que están por allí, es confiado y siempre esta inventando cosas locas, con las que hace reír a sus amigos. Fernando tuvo la posibilidad de estudiar, gracias a la buena posición de sus padres y hacer una carrera muy lucrativa, es el mayor de todos por pocos años. Le encanta hacer negocios, ir al gimnasio y mantener su apariencia física. En ocasiones tiene ciertos ademanes que dan la impresión de ser medio amanerado. El mas complicado del grupo es Miguel, quien aun vive con sus padres y se siente un poco frustrado por la vida que le ha tocado vivir. Siempre cambia de trabajo, es alérgico a casi todas las cosas que se beben. Actualmente esta en una relación con una mujer mayor que el, la cual tiene dos hijas insoportablemente consentidas. Por su parte, Joan vive solo en una habitación rentada, y es el encargado de una tienda especializada de videos. Le encanta la televisión y ayudar a las chicas que se ven indefensas. Por esa razón se encuentra actualmente con Marissa en una relación, que aunque tiene poco tiempo ha sido bien interesante y a la vez satisfactoria.
Estos cuatro amigos, disfrutan mucho de ver deportes, de acuerdo a la temporada que este transcurriendo: béisbol, baloncesto, fútbol. Es religioso, luego de ver un partido ir a la fuente de soda a comentar lo que les gusto y lo que no. Cierto día, estando donde el Sr. Tomas, un mensajero que después de preguntar mucho lo encontró, le entrega un mensaje que desde el hospital le decía que su abuela había fallecido. Su abuela vivía a dos calles al sur de donde se encontraban, en una gran casa donde recibía a su nieto y a sus otros 3 nietos putativos, los días sábados que decidían hacer la larga caminata para llegar a esta casa para tomar una rica y refrescante limonada.
La lamentable noticia entristeció mucho a Joan, quien sentía un amor inmenso por su abuelita, a pesar del poco tiempo que compartía con ella. Luego de los servicios funerarios, una llamada de la municipalidad le informaba a Joan que debía presentarse a esas oficinas con la finalidad de tramitar todo lo relacionado con el testamento de su abuela, por ser el único familiar que tenia en el país.
Sorprendido por la noticia del fulano testamento, asistió a la reunión en la que el abogado encargado del caso, le entregó las escrituras de la casa donde vivía su abuela, haciendo efectivo el deseo de que su adorado nieto fuera el dueño del lugar donde compartieron tantos momentos agradables. Luego de esto, se encontró con sus amigos en la fuente de soda para contarles lo sucedido. Fernando pensó que era un gesto muy generoso de su abuela, ya que Joan siempre fue muy bondadoso con ella y no dudaba cuando se requería su presencia. Por otro lado Ricky y Miguel no salían de su sorpresa.
—¿Y qué vas hacer? —preguntaron casi al unísono los tres juntos—. Bueno, tendré que mudarme. —respondió Joan con cara de confusión.
—¿Cómo crees que reaccione Marissa cuando vuelva de viaje? —le preguntó como niño asustado Miguel—. Bueno, le informaré de como ocurrió todo. Es más, deberíamos irnos nosotros cuatro a vivir juntos en la casa de mi abuela, es grande, —dijo Joan, a lo que Fernando sabiamente preguntó:— ¿no crees que Marissa se oponga?, —no lo creo, es más ella no debe estar preparada para enseriar nuestra relación a ese nivel. Esta decidido, nos vamos los cuatro a nuestra nueva casa! —dijo Joan con certeza. Todos pidieron su bebida preferida y celebraron la buena nueva.
Al día siguiente, llegó Marissa de viaje con la firme intención de consolar a su novio por su pérdida, encontrándose con la noticia de la herencia, estando él en la casa. Contenta le dice: —¡Ésta es la oportunidad que esperábamos, podemos vivir juntos!—, Joan evidentemente sorprendido le pregunta: —¿Cómo, a qué te refieres?
—Bueno, que ahora con esta casa podemos vivir juntos y felices, es el momento de llevar nuestra relación a otro nivel! —responde ella.
—Entonces, seremos felices viviendo aquí, los 5! —le dijo Joan con tono asustadizo.
—Coooooomo? que estas diciendo? —le gritó Marissa sin salir de la sorpresa. Joan le respondió: —Es que ya yo le había dicho a mis amigos para venirnos a vivir juntos aquí, no pensé que tu quisieras hacerlo, créeme.
—Pues tendrás que tomar una decisión —le dice Marissa en tono de amenaza—, no irás a interponer a tus amigos entre nosotros, debes elegir entre ellos y yo!
Al decir esto, la chica se dio media vuelta y salió de la casa. Antes de que cerrara la puerta, Joan alcanzo a decirle: —Esta bien, hablaré con ellos.
Se comunicó con sus amigos telefónicamente, convocándolos a encontrarse en el lugar de siempre esa tarde. Cuando llegó a la fuente de soda, ya lo estaban esperando.
—¿Qué pasó amigo? —pregunto Miguel al ver la cara seria de Joan.
—Tengo que decirles algo muy importante, —les dijo con un tono solemne—. Marissa quiere que vivamos juntos.
Tuvieron que tomarse las mandíbulas con las manos para que no llegaran al suelo.
—¿Y eso? —le dice Ricky— ¿Qué pasó con nuestro plan de vivir todos juntos?
Joan, con la intención de ser lo menos cortante posible le dijo: —Ella me exigió que eligiera entre ustedes y ella, y francamente no sé que hacer. Fernando comenzaba a decir algo en voz alta cuando fue interrumpido por Miguel, quien le dijo: —Joan, tranquilo, no debes escoger, es muy fácil y rápida la decisión que debes tomar —la cara de satisfacción de los otros dos se hacia notar, previendo que se inclinara por vivir los cuatro juntos, y siguió Miguel—: Debes vivir con ella. —el rostro de los tres se convirtió en un gran signo de interrogación—. Amigos, ella es la novia de Joan y el esta con ella porque la quiere y se siente feliz. Nosotros como tus amigos lo que queremos es que tu seas feliz, y por lo tanto apoyamos tu decisión de estar con ella, Verdad? —dijo levantando la voz viendo a los dos amigos sorprendidos, y ellos respondieron moviendo sus cabezas afirmativamente.
Visiblemente sorprendido, Joan les agradeció por el apoyo, cuando Miguel intervino otra vez:
—Siempre vamos a ser tus amigos, no importa donde o con quien vivas, nuestra amistad seguirá. —No había más que decir.
Al día siguiente, Joan llamo a su novia para conversar sobre su petición. Cuando la chica llego, le pidió que pasara y se sentara en el cómodo sofá de la sala.
—He tomado una decisión, —la muchacha con cara de alegría, estaba a punto de decirle todas las ideas que ya tenia para la decoración de su nueva casa— Me he decidido por mis amigos, —dijo, la cara de Marissa se paralizó, comenzó a cambiar de color, parecía tener un tic nervioso en el ojo izquierdo cuando dijo: —QUEEEEEEEEEEEEEEE? Pero... como... POR QUÉ?. —La respuesta de Joan fue sencilla y serena— Ellos no me pusieron a elegir...
En ocasiones perdemos de vista que la importancia de las personas que nos importan queda demostrada cuando lo que queremos es su bienestar y su felicidad.