Perdida, es la palabra que la define y ni siquiera ella sabe ¿Por qué?
Estaciones atrás había llegado a su destino, pero su cuerpo y mente no le permitieron bajar del tren.
Aun mirando a través de su ventana con la mirada perdida, pensando en la causa de su estancia este viejo vagón; La mente de la mujer viajaba al momento en el que el amor de su vida le rompió el corazón al decir “te amé”.
Ella aún recuerda el momento en que conoció a la nueva dueña del corazón de su amado y junto a ese recuerdo aún está el dolor que sintió.
Todavía recuerda las lágrimas derramadas esperando que su amado regresara y como la esperanza se fue apangando.
Aún conserva el aroma que su amado dejo en su cama y el sabor de sus labios en ella.
Todavía recuerda como reía a su lado y como llora ahora por él.
Aun espera una llamada de él diciendo “perdóname”, pero en el fondo, ella sabe que nunca llegara.
Pero sobretodo recuerda la dicha que ese hombre le propino y la infelicidad que ahora el mismo solo le puede dar.
Y así sin avisar las puertas del viejo vagón se volvieron a cerrar para así el tren siguiera con su curso habitual, mientras que dicha mujer sigue perdida en su misma realidad recordando un amor que fue y nunca más volverá a ser.