Nadie me cuenta nada
¿Qué lugar es este? ¿Voy a estar yo solo? ¿Quién será ese señor? Tiene los ojos tan claros que me veo reflejado en ellos. Me mira y acerca su cara a los barrotes mientras emite sonidos extraños. Levanta las cejas, silba… No entiendo nada.
A veces acercaba su enorme garra y metía su dedo entre aquellas varas blancas que me separaban de la libertad. Jamás le piqué, porque notaba su buena intención, y además me había puesto un columpio.
Con el tiempo acabé siendo más confiado, empecé dejándole meter su mano en mi jaula y acabé jugueteando encima de su cabeza. He de reconocer que era divertido.
Ahora ya no está. Hace días que no viene. Nadie sube las persianas, nadie limpia mi jaula, no me queda comida y el agua del bebedero se ha puesto verde, ¿qué habrá pasado? Y… ¿qué pasará conmigo?
by: Peri