He estado de vacaciones unos días durante este pasado mes de febrero y mi principal deseo fue coger el coche a localidades cercanas de preciosas fotografías y magnífica oferta gastronómica, me llama mucho la atención la España olvidada y puedo asegurar con conocimiento de causa que Extremadura además de ser una de las grandes comunidades olvidadas tiene un encanto que pocos lugares os podrán mostrar, eso sí, carretera y manta como se dice por aquí, pocos medios de transporte públicos rápidos te acercarán a Extremadura.

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He de admitir que algunos steemians me sorprenden en cómo su participación en proyectos y la propia plataforma ha disminuido tanto y en algún caso ha aumentado tanto, este es uno de esos casos que bajó su presencia de manera considerable, no soy de esos que se dejan llevar por la belleza y tengo los pies en el suelo aunque me encanta ver como personas bellas por fuera y por dentro nos acompañan en esta aventura. Valoro el contenido aunque a veces suela apoyar como fue este caso la sorpresa de ver cómo viejos conocidos intentan dejar su huella poco a poco de nuevo entre nosotros por lo que seas bienvenida y no te alejes de nuevo.

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Entiendo el estado de ánimo de Isabella, ese día apenas hubo publicaciones porque nuestro mundo andaba del revés y aquellos que entienden esto como algo más que un pasatiempo o como parte de su ego sufrían, el ejercicio de conseguir un karma positivo fue magníficos y creo que ausentarse de servidores e ideas apocalípticas no sólo la ayudó a ella sino a quienes compartimos su blog como amigo.

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Hay formas de sintetizar un estado de ánimo y una idea en algo precioso como un par de estrofas de verso, yo no se rimar, no se cantar y no se crear pero se reconocer lo hermoso aunque se me puedan escapar miles de detalles, lo conciso de la publicación no me dará opción a que en esta ocasión se me escapen tantas, soy fan de sus cuentos, poemas y escritos en general.

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Quizás me esté haciendo demasiado mayor pero podría pasarme horas viendo las viejas fotos familiares de tantos álbunes que aún permanecen en casa de mi madre o mis tías y tíos, unas obra de ellos, otros herencia de mis abuelos pero todas obras de arte teniendo en cuenta que nadie enfocaba por el fotógrafo, no había nada automatizado y por supuesto amo el blanco y negro tan favorecedor para los que aunque amamos el color soy un romántico de las tomas clásicas. Por cierto, en esa evolución de las cámaras tengo algún ejemplo en casa a valorar.

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