Descubriendo Valencia en bici Volumen IX: calles empinadas
Nuevamente me dispongo a escribir en este espacio, dedicado a las bicicletas pero también a descubrir esos pedacitos que quedan de Valencia. A pesar de muchas cosas, nuestra ciudad sigue ofreciendo lugares para nuestra recreación y yo me esfuerzo en encontrarlos y compartírselos a uds.
El pasado 24 de julio se conmemoró el natalicio del Libertador Simón Bolívar, y aprovechando que era un día no laborable en Venezuela, agarré la bicicleta y me fui a coronar 3 de las subidas más fuertes de Valencia.
Así que con el cuerpo y el espíritu preparados, me fui a pedalear por los sectores; El parral, El bosque y la Avenida cuatricentenaria. En éstos sectores es donde se encuentran las calles mas empinadas de nuestra ciudad y que pudieran, porque no, tener un potencial para el turismo interno o el comercio, como sucede en la av. que colinda con el parque municipal Casupo, que si bien éste es mucho mas frecuentado por personas aficionadas al running y al senderismo, pudieran aprovecharse y propiciar que más gente las visite y alejar así a estas calles del abandono y hasta de la delincuencia. Si, sé que estoy rozando otro tema pero siempre es bueno recordar que mientras nuestras calles estén más ocupadas por ciudadanos de bien, le será más difícil a la desidia y a la delincuencia hacer vida en ellas.
Entonces; salgo de mi casa en las inmediaciones de la CHET pedaleando en dirección norte hacia la avenida cuatricentenaria para encontrarme con la primera subida, a la que pondré en el 4to lugar. Esta subida realmente no es tan fuerte, tiene un repecho al final donde tienes que apretar las piernas para vencerlo, pero se pone mucho más interesante si le pegas la subida del popular hotel que se encuentra pasando ese repecho. Esa calle hace años era usada por la gente que salía en horas de la madrugada de las discotecas del sector para continuar pasando el rato, escuchando música en sus vehículos, esperando el amanecer o cualquier otra actividad no tan sana. Hoy en día, debido a la situación, no es tan común ver tal cosa y la calle se encuentra solitaria, aunque los cuidadores y empleados del hotel son un poco celosos con la gente (conmigo) que sube por ella y llega a la entrada del hotel.
Termino de subir hasta la entrada del hotel donde una voz femenina me dice que no puedo permanecer allí, cosa que obedezco aunque no con la mayor alegría; me tomo un sorbo de agua para bajar la calle que acabo de subir y regresarme para enfrentar a la subida que pondré en el puesto no. 3 de mi lista, la calle La Ceiba de la urb. El bosque.
La calle se extiende unos 700 metros siempre en ascenso que incluso, aumenta su gradiente a cada que te vas acercando a su cima, y una vez en ella, el lugar te regala una buena vista de Valencia. Cabe destacar que esta calle no solo es usada por algunos aficionados al ciclismo, sino también por runners quienes aprovechan la constante inclinación de la calle para sus entrenamientos. Escuché el comentario de alguno que usa la calle para subir ciertos tramos caminando o trotando con la punta de los pies para hacer trabajar las pantorrillas.
Salgo de allí y me dirijo a la urbanización el Parral, específicamente a la calle Río Negro; tiene una subida cortita pero intensa que se puede pasar haciendo un gran esfuerzo pero si a esa le sumas la subida de la calle Río Limón se convierte en tu peor pesadilla.
Con una inclinación que puede llegar al 14%, la calle Río Limón es de esas subidas que te hace cuestionarte por qué te gusta el ciclismo si lo que hace la bici es ponerte a sufrir. Luego de 15 minutos subiendo y habiéndome parado a descansar al menos 4 veces, llegué a la cima en la cual hay que pasar una reja ya que hace años los vecinos decidieron dividir la calle para evitar a los delincuentes.
Por supuesto, toda calle que asciende se convierte en un descenso, y en estas calles significa que la bicicleta puede alcanzar velocidades de hasta 62km/h que para mística (que es como le llamo a mi bici) es bastante, entendiendo que es una bici de finales de los 80' y que la precisión de sus frenos no es su mayor cualidad. Esta subida la ubicaré en el puesto 2 de mi ranking, y posiblemente uds. se preguntarán? cuál es la subida número 1? Y lamentablemente la subida top de Valencia no se las podré mostrar hoy pero les hablaré bien de ella.
Tendrías que dirigirte a la urbanización El Trigal y caminar en dirección este por la av Alejo Zuloaga. Punto de referencia; la residencia del gobernador, cruzas a la derecha y luego a la izquierda pasando una entrada que te llevará al camino que usan los técnicos de la electricidad y telefonía para hacer mantenimiento a las antenas repetidoras ubicadas en lo alto del cerro.
Se puede subir en bicicleta? si, peeero hay que subir con buena logística por varias razones. La primera es que al incursionar en una montaña tenemos que tener ropa adecuada porque podríamos conseguirnos con animales o insectos ponzoñosos. La segunda porque el largo del recorrido podría dejarnos sin energía y necesitaremos tener comida o dulces para poder subir y bajar del cerro sin sufrir una hipoglucemia y por último, a este cerro hay que subir en grupos numerosos o incluso buscar la asistencia de algún cuerpo de seguridad del estado ya que del otro lado del cerro se encuentra un barrio donde habitan malechores a los que les encanta merodear el lugar. Es lamentable que un sitio con un potencial como este, donde desde la cima se pueden ver prácticamente toda Valencia, San Diego y Naguanagua y si está despejado se puede ver el Lago de Valencia haya tenido que ser abandonado por lo vivido en 2015; un robo masivo por parte de estos delincuentes a personas que subieron a ver el encendido de la cruz del Trigal.
Recuerdo que ese año había planificado con la novia que tenía ir a este cerro porque ella no lo había visitado nunca. Ella llegó a mi trabajo y los 2 salimos en una bici hasta el lugar. Al llegar dejamos la bici y comenzamos a caminar cerro arriba y pasado unos minutos no acercamos a lo que llaman la recta, que es el sitio donde la calle tiene su mayor inclinación, allí nos encontramos con gente que venía corriendo cerro abajo gritando -bajen que están robando-. Dimos media vuelta para regresarnos pero comenzamos a correr porque escuchamos un ruido bastante semejante a un disparo. En la cima, permanecían gentes que habían subido desde tempranas horas de la tarde y no podían regresar porque los maleantes estaban dispuestos a esperar que intentaran regresar para despojarlos también de sus pertenencias, teniendo que esperar hasta horas de la noche que se hicieran presentes agentes de seguridad, policía y GN lo cual persuadió a los maleantes para retirarse al otro lado del cerro y refugiarse en el Br. Los magallanes (en las fotos; Neil y Mitchell en el paseo de diciembre de 2014).
... Pero volvamos a lo que nos acomete. Se puede subir en bici, pero hay que prepararse porque la subida es rompecadenas y quebrantahuesos, tan empinada que, si eres un ciclista aficionado como yo puede castigarte de la siguiente manera; si no adoptas una buena posición sobre la bici, ésta se levanta de caballito, empujar la bici por esa subida es muy incómodo sobre todo si llevas los feos zapatos que mostré en las primeras fotos, que tienen una pieza metálica en la suela que se engancha con el pedal y pararte en los pedales a pedalear puede hacer que tu caucho trasero se deslice en el asfalto y te resbales. En fin, es todo un reto llegar a la cima pero la vista y el clima bien valen la pena.
No quiero terminar esta publicación dejándoles el sentimiento de creer que subir a este cerro, llamado Filas del Trigal, significa buscar peligros o exponerse a la delincuencia. En parte es responsabilidad nuestra buscar la forma de poblar estos espacios para que la delincuencia no encuentre manera de actuar allí, y organizarnos para que lugares como este y otros que están surgiendo, se conviertan en un atractivo turístico de la región. Por qué no, servir como guías turísticos para el senderismo y el ciclismo de montaña en las 2 opciones que tenemos más cerca; Tazajal y el cerro El Café.
Por ahora me despido, recordándoles como siempre que pueden seguirme también en instagram y twitter como castillo_as.
Yo seguiré por aquí intentando aportar para que Valencia se convierta en una ciudad llena de bicicletas y de actividades donde ella pueda ser bien recibida.