Sentiremos la muerte de las máquinas creadas.
Deliberadamente, sin esperar pequeños cambios.
Y en las ventanas, como en lápidas de piedra.
Pero no da miedo, voy a esperar.
Solo quedarán un poco esos.
Doy a mis emociones plena libertad.
Tu perdon merece
Puedo volar aquí, como un Pegaso alado.
Increíblemente divertido, con el sol en mis ojos.
Sos vos un tonto.