En el año 479 a.C, Atenas vence al imperio persa en Platea: es el final de las "guerras medicas" (490-479). Ahí se abre el periodo mas brillante de la literatura griega: siglo V y IV. Al tiempo que los géneros poéticos alcanzan su apogeo, la prosa se confirma esplendida en tres campos principales: la historia, la filosofía y la oratoria. Los escritores están es las plazas, junto a los ciudadanos, lo que explica precisamente la importancia de los temas de tipo social y político.

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Del gran reportaje a la gran historia La prosa literaria se fue forjando poco a poco en Jonia y en Sicilia, a partir del siglo VII, con las máximas de los "siete sabios" y las fabulas de Esopo, con los escritos de los primeros pensadores, de Tales a Pitagoras y Permenides, y con las crónicas ciudadanas y familiares. Sin embargo, la primera obra de envergadura es la de Herotodo, explorador curioso del mundo antiguo, quien , en sus historias, expone el desarrollo de las guerras medicas, de las victorias de Ciro a la derrota de Jerjes. Herotodo, un enamorado de lo maravilloso, nos ha dejado un irreemplazable reportaje sobre los pueblos del mundo conocido entonces. El punto de nacimiento de la historiagrafia es la historia de la guerra del Peloponeso, en la que Tucidides narra las guerras fratricidas que opusieron Atenas a las ciudades griegas del sur, entre el 411 y el 431.