Muy motivadora tu historia, mayormente quienes estudiamos fuera de casa y nos toca vivir lejos de nuestra familia aprendemos a reconocer el valor del esfuerzo que un dia nos dara fruto, partiendo de los sacrificios que hacemos para lograr nuestras metas. Todos al principio experimentamos esas ganas de renunciar, pero son solo las motivadoras palabras de tu madre y de tu familia las que de devuelven el hambre de superarte y seguir luchando.
asi es, las palabras de una madre son las que primero nos motivan, sin embargo, aveces tambien toca automitivarse para poder avanzar con tu propio impulso.