Lo  quieres.

Este otoño y el alma no está caliente.
¿Qué solía vivir?
No hay necesidad de tratar de llegar al límite.
Vacaciones la felicidad cuadrícula.

¿Te dejarás ir? No te dejaré ir
Cuán pocos de aquellos con los que quiero escapar.
Ah, si no esta parábola de mamá:
Soy lo mismo que quemaste en mi corazón.

Que Cristo prometió enviarnos,
Recuerdame recuerdame
Febrero no juzgará a nadie
Que entra por la boca en un cuerpo arrugado.

Allí el diablo con la muerte bebe.
Eres cruel, desafortunado destino.
Extraña pareja... El viento está cayendo,
Sin tu corazón solo heridas.

Sonando el momento del silencio.
Tenemos fe en el corazon
Y el destino duerme inocentemente,
Deja que la llama arda detrás de su espalda.

Pero después de todo, partamos como amigos:
Cada mujer tiene un hombre
Eso se alza.
Mientras tú y yo estemos en ello.

Y la voz era dulce, y la viga era delgada.
Nuestros vagabundeos tuvieron un comienzo, pero no tendrían un final.
Solo sostenme
Noches aliento fácil.