Como es habitual, cada mañana al levantarme me dirijo a la cocina y comienzo a preparar el elixir que despierta todos los sentidos, una rica, consistente y humeante taza de café.

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No hay nada más reconfortante aunque el sol aun no se asoma y los pájaros siguen durmiendo, ese aroma que embriaga y ese sabor que deleita, que inunda la boca, saboriza los labios, esa rica sensación de calidez en las manos.

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Incomparable sabor de una rica taza de café para inicias la faena de un lunes por la mañana.

FELIZ DÍA LUNES