Una semana después de terminado ese conocido espectáculo de suposiciones, predicciones y adivinanzas llamado "pretemporada en el circuit de Barcelona-Catalunya", La fórmula 1 vuelve al sepulcral silencio al que Bernie Ecclestone acostumbró a los más fanáticos de la categoria, que solamente es roto pot unos cuantos medios, en su mayoría españoles, los cuales comentan ciertas provocaciones entre escuderías, dardos venenosos entre pilotos y la conocida frase después de la pretemporada: "Aun no sabemos qué armas se están guardando"

Naturalmente las pretemporadas dan ciertos indicios de que se supone vamos a ver en la temporada a punto de comenzar, al menos en la primera etapa, puesto que las mejoras a mediados y hasta a finales de temporada hacen cambiar las sensaciones que el público tiene de los monoplazas, o eso se supone que debería ser.

Puesto que ya son varias las problemáticas que afectan a la categoria reina, la pretemporada empieza a dejar de ser un atractivo para pasar a ser un tema desmoralizante. Ciryl Abiteoul, DT de la escudería Renault ya reconocía el domingo 11 de marzo que "sabían quien ganará esta temporada".

Tomemos entonces los datos recogidos por la pretemporada, pero a nivel global:

Los equipos Mercedes, Red Bull y Ferrari se muestran (por cuarto año consecutivo) como los dominantes de la competencia de constructores.

Renault se postula como cuarto contendiente y apoya a McLaren quien le sigue de cerca, amenazando (verbalmente ) a Red Bull al usar la misma configuracion de motor según la fábrica de Enstone.

Force India deja malas sensaciones y se postula como contendor de Williams, quien perderá a su principal sponsor y recurre a un piloto experimentado de reserva ante la novedad de sus pilotos Lance Stroll y Serguei Siroktin

Haas persigue a Renault en tiempos y se hace sentir en términos de fiabilidad y potencia, no siendo igual Sauber quien recurre al mismo motor pero conocido como "Alfa Romeo" sin terminar de adaptarse en la puesta a punto y con la desventaja de la inexperiencia de Charles Leclerc, el vigente campeón de f2 que no pudo con la curva 9 del Circuit al igual que en la temporada pasada Lance Stroll no se adaptaba al circuito de Mónaco.

Y las expectativas cifradas en Toro Rosso, quienes muestran una excelente e incluso sospechosa fiabilidad esta temporada, junto a la energía positiva inyectada por sus pilotos también novatos Brendon Hartley y Pierre Gasly.

Y a esto es lo que se refiere Abiteoul, puesto que cotejando los datos con las temporadas anteriores, y unido a la inoportuna limitación de 3 motores en todo el campeonato, el panorama hace que los fans abandonen el barco.

El exceso de dominación de la escudería Mercedes Amg a un nivel incluso mayor al de principios de milenio establecido por Ferrari con Shumacher, unido a la incapacidad de la mayoría de los equipos clientes (excepción válida para Red Bull) de luchar cara a cara con los fabricantes, el enorme costo de los motores de f1 que ahuyenta a los fabricantes, dejando a 20 pilotos con 4 motores distintos, de los cuales 2 utilizan motor Honda y el resto se reparte 6 motores de un mismo fabricante, y la renuencia a mejorar la difusión y la desmonopolización de las transmisiones en vivo hacen que espectáculos de menor importancia (en comparación) tengan mayor aufiencia a nivel mundial (caso NASCAR, MotoGP e IndyCar series).

Casos como los de Force India en la temporada 2017, en las que Sergio Pérez y Esteban Ocon deliberadamente luchaban codo a codo con un motor de potencia cercana al monoplaza de Lewis Hamilton son los que mantienen de manera latente la esperanza de que Liberty Media rescate la categoría a un nivel atractivo, que no solo se centre en 6 pilotos de los cuales 3 tienen más de 10 años en la categoria y en resumen 9 años de campeonatos (4 vettel, 4 hamilton y 1 raikkonen), sino que permita que pilotos de la talla de Nico Hulkenberg finalmente accedan a los podios y mantengan la competitividad activa en la parrilla.

Un gusto haber escrito para ustedes

                                                  Ramón Chirinos