Encuentros con lo inesperado: "El comienzo"

Cuando desperté ésta mañana, supe que no iba a ser un día normal. No sabía hasta qué punto, pero tenía un extraño presentimiento; aún más cuando mis sueños estuvieron llenos de sombras y monstruos no existentes. Sin embargo, decidí trasladar esos pensamientos a un lugar de mi mente, donde no interfirieran con mí día a día.

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Realicé mi rutina mañanera: levantarme, ducharme, vestirme y tomar un café. De camino al trabajo mi imaginación hizo malas jugadas; seguía viendo sombras parecidas a las de mi sueño, estaban a mí alrededor, en las avenidas, sobre los semáforos, en los cestos de basura de las calles y en las vidrieras de las tiendas. Verdaderamente pensé que me estaba volviendo loca.

Me llamo Krisslayn y tengo diecinueve años, lo único que sé de mis padres es que fallecieron en un accidente automovilístico del cual yo también forme parte; milagrosamente fui la única sobreviviente. Pasé dieciocho años de mi preciada existencia viviendo con mi abuela, una persona que me detesta, aunque el sentimiento es mutuo; por lo que al cumplir los diecinueve años decidí dar un gran paso para mí y me mude a un pequeño apartamento, donde únicamente se respira tranquilidad.

No he tenido la oportunidad de estudiar en la universidad, debido a mis pocos recursos; si no trabajo, no tengo dinero para suplir mis necesidades básicas, así que estudiar es simplemente un lujo para mí. Aun así, no estoy muy lejos de mi horizonte, trabajo en una pequeña editorial de mi ciudad; hice pruebas y quede seleccionada para formar parte del equipo de edición de ciencia ficción y terror. Supongo que eso tuvo un poco que ver con mis sueños, puesto que estuve hasta altas horas, leyendo un manuscrito que absorbió todos mis pensamientos.

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En serio existen personas con el don de hacerte vivir una realidad paralela con su imaginación. Me gustaría llegar a formar parte de esas personas.

Paso frente al cementerio de la ciudad y, como en cada una de las veces, mi piel se eriza de una manera increíble. Mi cuerpo sufre un enorme escalofrío; allí siento miedo, lo cual produce una gran contrariedad en mi personalidad. Cuando me doy cuenta, estoy prácticamente corriendo; me paralizo al escuchar un susurro diciendo " Krisslayn", y he llegado al punto en el que no logro distinguir si es verdad o también es producto de mi mente. En el momento que menos lo espero siento las lágrimas bajar por mis mejillas, y el camino se me hace mucho más largo que de costumbre.

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Llego a la editorial y siento que un peso se eliminó de mi espalda, estoy en mi zona de confort. Empiezo con mi trabajo y siento que me observan, pero no hay nadie a mí alrededor; con el paso de algunos minutos mi cuello duele de tanto moverlo a los lados, la sensación de que no estoy sola volvió a hacerse presente.

Veo una sombra por el rabillo de mi ojo izquierdo y coloco toda mi atención en no despegar los ojos del manuscrito que tengo en frente, lo que no ayuda mucho, debido a que es una historia de almas errantes. Inesperadamente, una mano sale directamente de las hojas que tengo en mis manos y empieza a halar mi cara, susurrando mi nombre en un canto hipnótico.

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Me dejo llevar por la tranquilidad producida por el tono de su voz, y antes de poder reaccionar, estoy cayendo por un hoyo, donde todo lo que me rodea es agua. Empiezo a notar como las sombras que estuvieron presentes en estas largas horas, toman forma. Algunas son bonitas e interesantes, algunas son simplemente escalofriantes.

Todas y cada una de ellas me observan y cantan a una misma voz "Ha llegado".

Muchas gracias por regalarme un poquito de tu tiempo al leer mis publicaciones.