Mis mascotas: Mi gatita "Pulga"
En la organización “Chile, gatitos en adopción”, a la cual apoyamos y seguimos por redes sociales, les llegó una gatita abandonada, desnutrida y con un ojo perdido y el otro en malas condiciones, lo que no la hacía, a primera vista, muy bella o graciosa, como son los/as gatitos. Paso varias semanas su foto en las redes, y nadie la quería, por lo tanto, al comentarlo como familia, decidimos que la llevaríamos a casa, donde nuestro gatito Bandido era el rey indiscutido, y nos haríamos cargo de su tratamiento.
Así llego “Pulga” a nuestras vidas. Una gatita blanco con negro, graciosa, cariñosa, regalona, simplemente bella. Ambos ojos han mejorado, ya que no ha sido necesario vaciar la órbita del ojito con el que prácticamente no ve, pues no le molesta y estéticamente se ve mejor, el otro ojito está casi recuperado, lo que no significa que su equilibrio no se vea afectado, que salte a una silla y esta esté más lejos de lo que ella supone y se caiga en el intento, y vuelve a intentarlo, hasta que le resulta. Gatita no se queda en el primer intento, es valiente y empeñosa.
“Pulga” es maravillosa, alegre, intuitiva, pero sobretodo, cariñosa. Nos llena de amor, con su cabecita que restriega por nuestro rostro, dejándonos llenos de pelos, aunque le pasamos por su pelaje distintos artilugios para sacarle los pelos sueltos, pero sus “cabezacitos de amor” son tan intensos y tierno, que no nos atrevemos a detenerla.
También le agrada morder mi dedo pulgar, pensamos que es porque casi no amamanto, y en cierta manera, me ve como su madre, igual me deja toda baboseada, mientras ronronea y duerme con mi pobre dedo en su boca, hasta que se duerme profundo o la despierta algo más interesante y me suelta.
Con el rey indiscutido de casa, el gatito Bandido, son buenos amigos, ambos se acicalan, juegan juntos y corren por la casa. Bandido la trata con especial cortesía, pensamos que tiene claro las limitaciones de Pulga, aunque no las nuestras, ya que también saltan sobre nosotros cuando estamos durmiendo, y se suben a mirarnos muy cerca de la cara, con un miau despertador, los fin de semana o días festivos en los que no trabajamos y pretendemos levantarnos más tarde, dejando claro que primero es su comida, y luego nuestro merecido reposo, indiscutiblemente con ellos en nuestra cama. Así, un día cualquiera, entro en nuestra vida otra gatita, a la que llamamos “Choriza”, pero esa es otra historia.
Ilustración creada por @victorcaro
Esa es una gata tierna, nada que ver con mis gatas. A ver cuando hablas de la perrita.