¡Hola amigos!, me perdí, lo sé. Estuve en finales de semestre muy ocupado con trabajos, proyectos y exámenes. Este semestre fue acelerado, uno de los más retadores hasta ahora, sin embargo, aprendí mucho. Si no lo sabían estudio ingeniería civil, y en este semestre ya se han ido encajando como si de un rompecabezas se tratase las clases de los semestres anteriores, por ejemplo, en la materia de estructura por fin aprendí a calcular el peso estructural de una vivienda y mantenerla en equilibrio (es decir, que no caiga bajo su propio peso). Pero; algo que resulto ser muy estresante fueron los proyectos que tenía que realizar, en particular, el proyecto comunitario.

Lo hicimos en una plaza pequeña, llamada “plaza el Arpa”. Esta tenía un sobrenombre que la caracterizaba mejor: "plaza de los canapiales" o de los borrachos”. Esto de por sí era un problema, porque los borrachos tiraban todo tipo de desechos sin cuidado alguno a la plaza. El lugar estaba descuidado, donde podía crecer el monte sin control, y había mucha basura que nunca se recogía, también algunas vecinos tiraban ahí lo suyo, y otros problemas que se fueron presentando después mientras realizábamos nuestro trabajo. La meta era la restauración de la plaza, para eso éramos un grupo de 6 personas: 4 mujeres y 2 hombres.

Los borrachos que siempre estaban ahí no podían ver a los muchachas sin emocionarse, cuando las muchachas agarraban las herramientas, ellos iban y se las quitaban diciendo cosas como: "¡señorita!, ¿cómo va a hacer eso usted?, permítame yo le ayudo", ah pero si lo hacía mi otro compañero o yo decían: “¡así no se hace!”, “¡lo estás haciendo mal!", “¡más fuerte!", la verdad yo me lo tomaba con gracia ¿que podíamos esperar de ellos? ja ja. A mis compañeras le regalaban comida, una cantidad enorme de piropos, conversaciones bobas, y hasta le cantaban serenatas. Por lo menos a mí no me molestaban con preguntas como:

Los primeros días fue algo duro, pero ya cuando limpiamos toda la maleza, le empezamos a ver otra cara a la plaza, un progreso reconfortante pues se acercaba la fecha de entrega del proyecto. Después de limpiar fuimos sembrando algunas plantas ornamentales y retocando la pintura de las orillas de las aceras y con ayuda del esposo de una de mis compañeras se hizo un mural.

Lo mas fuerte fue llevar toda los desechos al basurero, conseguimos a alguien que nos hiciera el favor para llevarla, salió mas basura de la que suponíamos así que nos toco hacer dos viajes. Al final todo resulto bien, tomamos las ultimas fotos, reunimos a la comunidad para para entregar nuestro proyecto formalmente, y nos sentimos satisfechos con el resultado.