FUENTE
Él, sin querer se cautivó en alguien que quería, sin darse cuenta que ese alguien, simplemente lo ignoraba. Él llegó a la conclusión qué: es más valioso lo que das, cuando sin querer nada esperas, por eso lo que te den valora, sólo si no lo esperabas, sin importar si al final te terminen traicionando.
No tomes en cuenta su traición, evalúa a su corazón, y recuerda, en el cielo hay millones de estrellas, pero siempre este tendrá su favorita. Él dijo una vez: Es preferible que el cielo te escupa con sus gotas de maravilla a que lo haga alguien que ayer besaste. No es tu enemigo aquel que se va, aquel que te ignora o aquel que ya no te dirige la palabra, estás más presente en su vida que el sol en la nuestra. Quizá sea por eso que se alejó, Porque para él siempre estuviste y cuando lo necesitaste no estaba. Ama a todo lo que te rodea y odia a nada de eso, recuerda: lo que emanas es lo que recibirás y es mejor el bien que el mal cuándo se está en tiempos difíciles. Lo bueno no siempre es bueno, cuando lleva un antifaz que se cubre de ignorancia y esta tejido con pequeños hilos de falsedad e indiferencia. Él, de pequeño siempre escucho, que nunca se es tarde para aprender lo que ayer no pudiste, pero también escuchó que, el tiempo que perdiste ayer no lo recuperaras mañana, ni nunca.
Él, también creyó que encerrando a una oruga en un frasco, podría soltarla cuando ésta se volviera mariposa pero saben qué, éste nunca la soltó ni siquiera porque se haya enamorado, sino porque la oruga había muerto al segundo día de su cautiverio.