El cine es fantasía, gloria, realismo, momentos, ritmo, sonidos, magia, todos y algunos más incluso lo que más te imagines en este momento para darle una descripción. Mujeres extremadamente bellas, hombres extremadamente poderosos, personas que no creemos que son de carne y hueso, que solo viven en nuestra imaginación pero que son reales, solo para nuestros ojos.

El cine nació el Francia. Las calles de París adornadas de árboles dorados, con hojas amarillas y rojas. Llueve. En el Boulevard Des Capuchines, se proyectó el 28 de diciembre de 1895, las primeras proyecciones públicas de fotografía animada, por medio del cinematógrafo inventado por los hermanos Lumiere.

Asistieron 33 personas a solo un franco cada persona. El cine no tiene sitios tan memorables como este. El gran café y sus sótanos los cuales servían como salas de cine. Ya este lugar ha desaparecido. Se proyectaron diez películas de 20 metros, o dos minutos de duración cada una: “La salida de los obreros de los talleres Lumiere”, “La niña con bebés”, “El estanque de las tuberías”, “La llegada de un tren”, “El regimiento”, “El herrador”, “El juego de cartas”, “Quema de hierbas”, “La demolición de un muro y el mar”.

Veinte minutos por un franco. En la primera función la gente se sentía estafada porque sólo se mostraba una imagen fija, pero cuando las imágenes comenzaban a moverse, la gente era maravillada y algunos pensaron que era un truco de mala fe.

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Al cabo de varias semanas, la familia Lumiere lograba recaudar más y más dinero y las películas permanecían en cartelera por meses.

George Méliès fue invitado a la primera de estas funciones. Era director del Theatre Robert Houndín de París. Cuando vio el invento de los hermanos Lumiere, ofreció 10 mil francos por su invento. Otros directores de otros teatros, les ofrecían hasta 50 mil francos pero todo era en vano. Los hermanos Lumiere dijeron que su invento no estaba en venta.

Lo peor de todo es que nunca pensaron que su invento podría explotarse comercialmente. Semanas más tarde, George Méliès termina comprando un proyector a otro inventor llamado Robert William Paul. Filmó el tránsito de una calle. Cuando reveló la película pudo ver imágenes fijas pero encontradas las unas con las otras. Observó que los hombres se convertían en mujeres de un paso al otro.

Así que Méliès inventó “El paso de manivela” en el cual, se basaban los dibujos animados. Descubrió que el cine tiene el poder de transformar las cosas a raíz de este “accidente”. Inventó varios trucos como apariciones, desapariciones, muebles que caminaban solos, sustituciones repentinas, sobre impresiones, etc. Méliès era un mago y con menos trucos dio rienda suelta a su imaginación.

Y desde 1896 hasta 1914, realizó más de quinientas películas, casi todas hechas con efectos que para la época eran equivalentes a la magia como el ejemplo de Robinson Crusoe, los viajes de Gulliver, el hombre orquesta y su más impresionante obra maestra “El viaje a la luna”.

Esta última trató de distribuirla comercialmente en Estados Unidos pero Tomas Alba Edison sin que Méliès lograra obtener ninguna ganancia por ello.

En sus films lo fue todo, argumentalista, director, técnico, vendedor y mucho más para sacar a flote su más amplia obra cinematográfica. Méliès más tarde se asoció con otro empresario llamado Charles Pathé y juntos, en pocos años, construyeron la primera industria cinematográfica del mundo en Francia.

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También logran construir un circuito enorme de salas fijas para el público. Aquí es donde comienza a crecer la industria del cine. Comienzan a proyectar películas largas de 300 metros o de 15 minutos de duración.

George Méliès murió en 1938 arruinado y olvidado. Su establecimiento en el Pasaje Opera fue incautado por motivos de la Segunda Guerra Mundial. Sus películas fueron vendidas a un fabricante de barniz para zapatos de las cuales, se perdieron casi todas sus películas en su totalidad y para siempre.

Pero París jamás lo olvidó y lo condecoró con una sala de cine que lleva su nombre. Se le dio un modesto retiro en la Maison de Retraite D’Orly, el cual presidió y fundó durante 10 años.

Por otro lado, los hermanos Lumiere tampoco vendieron su invento, fueron creadores más nunca creyeron en que se convertiría en el invento más revolucionario del siglo XX.

Algunos films de George Méliès llegaron a New York como base para la mayoría de los cines renacientes en Estados Unidos a finales del siglo XX.

Autor Desconocido The theatre of science; a volume of progress and achievement in the motion picture industry by Robert Grau. p. 68. First published 1914, now PD., Dominio público, Enlace

El cine prosperó cuando llegó a este país y su comienzo fue en 1903 con un film de Edwin S. Porter “El robo del gran tren” y así fue como los norteamericanos comenzó a gustarles las películas de héroes, se trataba de cuatro forajidos que robaban una estación de tren, hacen detener la locomotora y despojan de sus pertenencias a los pasajeros. Luego emprenden la fuga y se esconden en las montañas para luego ser atrapados por unos cowboys.

Esta resultó ser la primera narración cinematográfica. Así fue como Edwin Porter se convierte en el primer director de cineasta norteamericano.

Al final el cine aún no tenía momentos memorables cuando comenzó pero en la actualidad todavía está la casa 14 del Boulevar des Capuchines donde se hicieron sus primeras proyecciones, de las cuales pasaron a la historia con pena y con gloria.

La magia es la mejor palabra que describe el cine según mi percepción.