¿Cómo volver?
¿Alguien ha regresado del más allá en alguna ocasión?
¿Se puede regresar a un lugar en el que se fue feliz sin encontrar la razones por las cuales se marchó?
Preguntas sin respuesta no son preguntas, así como un un café frío. Ahora no sé cómo regresar; incluso el tiempo, tan ingrato, sigue su curso. Y, sin embargo, las palabras siguen fluyendo como una tonada melancólica que te remonta hasta tu niñez: los pastos, el balón y las heridas; las risas, los cantos y la lluvia.
Y retumba en la habitación el recuerdo de los desamores anunciados; nos perdemos en los ojos de aquella, que ya no nos dirige la mirada. Y es triste, ¿no lo crees? Las primaveras acaban, las personas se van y las memorias se diluyen como la pintura sobrante en un frasco de agua.
Sin embargo, a la primavera le sigue el verano, algunas personas terminan siendo insustituibles y las marcas de tinta en el papel te refrescan el pasado.
Aquí, aunque no lo parezca, todo avanza.
-Dann Axkaná