Despiadado, frío, sanguinario, cruel. Estas características formaban parte de la personalidad del príncipe Vegeta cuando este personaje fue introducido en la historia de Dragon Ball (y Dragon Ball Z en el anime). Al momento de verlo por primera vez, jamás nos habríamos imaginado que se convertiría en un hombre cuya prioridad en la actualidad es proteger a su familia.

¿Cómo sucedió esto? Vegeta es, sin duda alguna, el personaje que más desarrollo ha tenido en esta historia por parte de Akira Toriyama. La magia de esta transformación es que el príncipe de los saiyajin continúa siendo, en esencia, el mismo; simplemente su perspectiva ha cambiado, ha madurado y sus prioridades son distintas, no sólo vive para sí mismo y sus ansias de poder, sino para proteger aquellos que ama. Esta evolución ha tomado muchos años, desde su primera aparición en el anime en 1989 hasta la actualidad, pues este personaje continúa desarrollándose a través del manga de Dragon Ball Super.

Aquí veremos su evolución durante las distintas sagas de Dragon Ball Z, la película La Batalla de los Dioses y Dragon Ball Super.

Saga de los Saiyajin

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En esta saga se introdujo a los saiyajin como una raza alienígena de guerreros que trabajaban a servicio del emperador Freezer conquistando planetas para venderlos. Gracias a Raditz, el primero en aparecer, supimos que Goku era su hermano menor, por lo que realmente era un saiyajin y que por esta razón de niño tenía una cola que le permitía transformarse en un mono gigante (Oozaru) si miraba la luna llena. También descubrimos el nombre real de Goku: Kakarotto.

El planeta de los saiyajin, llamado Vegeta al igual que su rey, fue destruido por Freezer, quien despreciaba a esta raza guerrera y siempre tuvo temor de la leyenda del Súper Saiyajin, quien podría destruirlo. Los únicos sobrevivientes fueron Raditz, Nappa, el príncipe Vegeta, su hermano menor Tarble, Broly y su padre Paragus y, por supuesto, Kakarotto, debido a que estos se encontraban en otros planetas al momento de la destrucción del planeta natal de los saiyajin.

Sin embargo, Freezer mintió a Raditz, Nappa y Vegeta, y les hizo creer que un "meteorito" habría destruido el planeta. No obstante, estos sabían del odio que el emperador sentía por su raza y deseaban tener la suficiente fuerza para destruirlo, mientras tanto se veían forzados a trabajar para él.

De esta forma, conocemos al príncipe Vegeta IV, quien jamás podría optar al título de rey debido a la destrucción de su planeta. Es el más pequeño en estatura de los tres saiyajin, pero el más temido y poderoso. Esto se evidencia en la obediencia y temor que muestran Raditz y Nappa hacia su príncipe. Es un hombre orgulloso y que disfruta matar; observamos a los saiyajin destruyendo mundos únicamente por placer o por desinterés.

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Cuando Raditz es asesinado por Piccolo y Goku, Vegeta y Nappa se dirigen a la Tierra con la intención de invadirla y obtener las Esferas del Dragón, las cuales pueden cumplir cualquier deseo.

Llegan un año después, destruyen una ciudad entera y se enfrentan a los amigos de Goku, asesinándolos a todos menos a Krillin y a Gohan. Cuando Goku revive y llega a salvarlos, derrota fácilmente a Nappa. Es en este momento que aprendemos que Vegeta no siente lealtad ni apego por nadie, pues mata a Nappa a sangre fría al considerarlo una deshonra para su raza, al ser derrotado por un guerrero de clase baja.

Vegeta y Goku se enfrentan en una gran batalla que resulta muy pareja, y con el uso de la técnica Kaio-ken Goku logra llevarle la ventaja a Vegeta, quien no puede aceptar el hecho de que esté siendo derrotado por un saiyajin de clase baja, quien por su bajo poder no estaba destinado a ninguna grandeza. Mientras que él, quien nació con un alto poder de pelea, estaba destinado a ser el más poderoso de todos.

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El príncipe de los saiyajin crea un satélite falso y se transforma en Oozaru, por lo que casi mata a Goku, hasta que Yajirobe le corta la cola y este vuelve a su forma humana. Vegeta finalmente es derrotado gracias a que Gohan ve el mismo satélite y también se transforma en Oozaru. Cuando Krillin está a punto de matar a Vegeta con la espada de Yajirobe, Goku lo impide, pidiéndole a Krillin que deje vivir al príncipe.

Muy malherido, Vegeta escapa en su nave hacia el espacio exterior.

Saga de Freezer

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En esta saga, Vegeta tiene un objetivo muy claro: derrotar a Goku, quien es ahora su eterno rival. Desea superar sus poderes, por lo que se dirige al planeta Namek a buscar las Esferas del Dragón de allí, para pedir el deseo de ser inmortal.

Tanto el emperador Freezer como Goku y sus amigos tienen conocimiento de dichas esferas, por lo que se dirigen al mismo planeta. Freezer para ser inmortal, y Goku y sus amigos para poder revivir a todos aquellos que fueron asesinados por los saiyajin.

Durante esta saga, el príncipe saiyajin aprende que una de las cualidades de su raza es aumentar su poder de pelea una vez que han agonizado y luego se han recuperado. También aprendió de los terrícolas la habilidad de sentir el "ki" de los demás, por lo que ya no necesita el rastreador que utilizaba en la saga anterior, del cual dependen Freezer y todos sus esbirros.

Observamos que Vegeta posee la misma sed de sangre, ya que al llegar a Namek en busca de las Esferas del Dragón, asesina mucha gente inocente sin piedad alguna.

Diversos acontecimientos lo obligan a cooperar con Krillin y Gohan para enfrentar a los soldados de Freezer, pues este es el "mal mayor". Vegeta y los demás quieren evitar a toda costa que Freezer obtenga las esferas, pues esto significaría su perdición. Enfrentan a los soldados de las Fuerzas Especiales Ginyu, Vegeta mata a Guldo, pero el resto lo supera en fuerza. En ese momento Goku, quien luego de recuperarse viajó en una nave de Capsule Corp entrenando con gravedad aumentada, llega a Namek y derrota fácilmente a Recoome.

Esto deja a Vegeta impactado, y por primera vez se plantea que Goku podría ser el Súper Saiyajin del que se hablaba en las leyendas. Gran parte de esta saga gira en torno a esta idea y el príncipe trata de convencerse de que él podrá convertirse en ese guerrero legendario. Sin embargo, en la batalla contra Freezer, Vegeta es asesinado por el emperador cuando este utiliza su transformación final.

Entre lágrimas de impotencia, ira y humillación, antes de morir Vegeta le pide a Goku que honre su sangre de saiyajin y derrote a Freezer en venganza, quien fue el causante de la destrucción de su planeta. Esto despierta empatía por parte de Goku y entierra al príncipe saiyajin, y decide cumplir su palabra.

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Luego de una ardua batalla entre Freezer y Goku, donde este se convierte finalmente en Súper Saiyajin al estallar de ira debido a que el emperador mata a Krillin, el saiyajin obtiene la victoria y decide, una vez más, darle una oportunidad a su enemigo y dejarlo vivo. Todas las personas asesinadas por Freezer, incluyendo a Vegeta, son revividas con las Esferas del Dragón de Namek y trasladadas a la Tierra.

Es aquí donde se da la primera interacción entre Vegeta y Bulma, quien ofrece su casa como refugio para los habitantes de Namek y le ofrece hospedaje también al príncipe, advirtiéndole que "No se enamore de ella, aunque la encuentre atractiva". Al no tener alternativa, Vegeta termina quedándose en casa de Bulma, la cual se convertiría en su nuevo hogar.

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Saga de Cell

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Al inicio de esta saga, un viajero del tiempo mata a Freezer, quien había llegado a la Tierra para vengarse de Goku y destruir su planeta. Este misterioso guerrero puede transformarse en Súper Saiyajin, lo cual molestó enormemente a Vegeta ya que ahora existían dos personas que sobrepasaban sus poderes. Más adelante descubriríamos que este joven es Trunks, el futuro hijo de Vegeta y Bulma, quien había viajado al pasado para advertirle a Goku que este moriría de una enfermedad, y todos serían derrotados por unos androides construidos por el Dr. Gero.

En el mundo de Trunks no se puede revivir, ya que Piccolo está muerto y no hay Esferas del Dragón. Los únicos sobrevivientes fueron Gohan, quien entrenó a Trunks hasta que fue asesinado por los androides, él y Bulma, quien construyó la máquina del tiempo. Trunks le pide a Goku que guarde el secreto de su origen, pues podría alterar los hechos y evitar que nazca. Goku informa a todos sobre la situación con los androides y cumple su promesa con el joven.

Todos entrenan arduamente durante 3 años. En este tiempo Vegeta consiguió transformarse en Súper Saiyajin, Bulma queda embarazada y tiene a Trunks. Cómo surgió la relación entre ambos, más allá de las escenas que nos brinda el anime, es algo que Toriyama deja a la imaginación pues él confiesa que "no se le da escribir situaciones románticas". Sin embargo, en sus propias palabras, esto es lo que el autor de la obra tiene que decir respecto a la relación entre Vegeta y Bulma:

Vegeta, cuyo orgullo fue profundamente herido, buscó la ayuda de Bulma y, poco a poco, su cruel personalidad cambió. Hoy en día, ciertamente podrías decir eso.

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Una vez que pasan los 3 años y Trunks viaja nuevamente al pasado, se da cuenta de que su padre es un hombre egoísta. Vegeta, al sentirse nuevamente como el más poderoso, no muestra ningún interés más allá de demostrar su fuerza. Trunks se siente profundamente decepcionado al darse cuenta de que a Vegeta no le importa qué le pase a Bulma y a su hijo, en las propias palabras del príncipe de los saiyajin.

Conforme avanza esta saga, Trunks y Vegeta deben convivir más e incluso forzosamente (como cuando deben entrenar en la Habitación del Tiempo) y a pesar de la forma en la que lo trata y su actitud despreciable, Trunks muestra cariño y preocupación por su padre, pues él jamás pudo conocerlo en su tiempo. Sabía que su madre había visto bondad en él, pero no había sido capaz de verla hasta los momentos.

En cuanto a Vegeta se refiere, su arrogancia y orgullo hacen que cometa múltiples errores, entre ellos permitir que Cell alcance su forma perfecta al absorber a los androides 17 y 18, para después verse incapaz de enfrentarse a él.

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Al final de la batalla con Cell, Vegeta comprende que su arrogancia se llevó lo mejor de sí y casi causa la destrucción de la Tierra. Cuando Cell mata a Trunks, estalla de ira, finalmente demostrando amor por su hijo. El príncipe saiyajin le pide disculpas a Gohan, pues este termina herido del brazo al proteger a Vegeta. Este busca ayudarlo en su victoria y, finalmente, Gohan consigue derrotar a Cell.

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Saga de Majin Buu

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Esta es la saga en la cual Vegeta muestra más desarrollo como personaje, pues han pasado 7 años desde los eventos de Cell, y todo este tiempo ha vivido con Bulma y Trunks, estando presente en la vida de este. No se le consideraría un padre estelar, pero ya se encuentra acostumbrado a su vida pacífica en la Tierra. Sin embargo, algo dentro de él todavía anhela superar a Goku y volver a ser el príncipe despiadado de antaño.

Esto es lo que causa que Vegeta tenga una especie de "regresión" en su evolución, al dejarse manipular por Babidi y liberando nuevamente la maldad que existe dentro de él. Asesina a personas inocentes y provoca a Goku para pelear nuevamente con él y demostrarle que puede superarlo.

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Después de su batalla con Goku, que queda indefinida, Vegeta pelea contra Majin Buu y entiende que la única manera de destruirlo es desintegrarlo al punto de que ya no pueda regenerarse, por lo que decide sacrificarse para evitar que este planeta que se ha convertido en su hogar, sea destruido.

El príncipe de los saiyajin finalmente deja su orgullo al lado y le da un abrazo a su hijo Trunks. Por primera vez, Vegeta antepone a las personas que ama por encima de su propia vida, y le da este último acto de amor a su hijo antes de dejarlos inconscientes a él y a Goten, y pedirle a Piccolo que se los lleve lejos. Vegeta se despide de Bulma, de Trunks y de Goku antes de expulsar toda su energía en una gran explosión y desvanecer en ella.

Desgraciadamente, el sacrificio de Vegeta sería en vano y Majin Buu continuaría con vida. Más adelante, Enma Daio-sama permitiría que Vegeta regrese al mundo de los vivos con su cuerpo para ayudar a Goku a destruir a Buu, debido al peligro que este representa no sólo para la Tierra sino para todo el universo. Goku convence a Vegeta para trabajar como equipo y fusionarse utilizando los zarcillos Pothala, por lo que Vegeta decide dejar su orgullo a un lado nuevamente, creando a Vegetto. Al ser devorados, consiguen separar a Buu de todas las personas que había devorado, por lo que este adopta su forma original: Kid Buu.

Kid Buu destruye la Tierra en un solo ataque, y Goku utiliza la teletransportación con la ayuda de Kaio-shin, salvando a Vegeta, Mr. Satán y Dende.

Una vez en el Planeta Sagrado, que es donde culmina la batalla contra Buu, Vegeta se da cuenta de sus limitaciones y entiende que no puede vencerlo, el único que puede es Goku. Es aquí donde el príncipe reflexiona sobre cómo ha cambiado desde que conoció a Goku y, ahora, al igual que él, tiene un nuevo deber: proteger a su familia. Entiende que la compasión de Goku y el amor por sus seres queridos le brindan una fuerza más allá de lo comprensible, y finalmente admite que "Kakarotto es el número 1", dejando todo en manos de su amigo.

Para ayudar a Goku mientras este realiza la técnica de la Genki-dama, la cual es la única que puede destruir a su enemigo, Vegeta implora a las personas del planeta Tierra (luego de que desearan con las Esferas del Dragón revivir el planeta y todos sus habitantes) que alcen sus manos y brinden su energía. Incluso llora mientras trata de convencerlos. Finalmente es Mr. Satán quien ayuda a Vegeta para que las personas confíen en ellos y den su energía. Goku obtiene suficiente poder y elimina a Buu con la Genki-dama, no sin antes desear que renazca en una persona bondadosa.

La Batalla de los Dioses y Dragon Ball Super

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Después de la batalla contra Buu, la personalidad de Vegeta está mucho más definida, pues las ansias de poder y la necesidad de superar a Goku quedaron en un segundo plano. Continúa siendo el príncipe orgulloso de siempre que busca ser cada vez más fuerte, pero en diversas ocasiones demuestra que su familia se ha convertido en su prioridad, y está dispuesto a dejar cualquier cosa de lado por ella.

En La Batalla de los Dioses un nuevo personaje es introducido en el universo de Dragon Ball. Se trata del dios de la destrucción Beerus y su acompañante (quien más adelante se revelaría que es un ángel), Whis. Este representa una amenaza mayor a cualquiera que hayan enfrentado anteriormente debido a su condición de dios. Beerus derrota fácilmente a Goku en su transformación de Súper Saiyajin 3, y cuando llega a la Tierra en la búsqueda del "Dios Súper Saiyajin", Vegeta actúa con cautela y exponiéndose al ridículo para que el dios no desate su ira y destruya su planeta, por lo que busca distraerlo y mantenerlo de buen humor. Una vez más, Vegeta demuestra que es capaz de dejar su orgullo de lado por una causa mayor.

Cuando las cosas se salen de control y todos pelean contra Beerus inútilmente, Vegeta casi acepta su destino de morir a manos del dios, hasta que Bulma interrumpe y le da una cachetada a Beerus por arruinar su fiesta de cumpleaños. Beerus le devuelve el golpe, y es en este momento donde Vegeta grita "¡Nadie toca a mi Bulma!" y ataca al dios en medio de su furia. Quienes lo observaron aseguraron que en aquel momento el príncipe había superado a Goku, pues logró darle algo de contienda a Beerus, cosa que Goku no había podido conseguir en su transformación más poderosa.

Luego de que Goku llegara a salvar el día transformándose en el Súper Saiyajin Dios con ayuda de los otros saiyajin, y tuviera su batalla con Beerus, este se volvió parte del grupo y visita la casa de Bulma junto con Whis recurrentemente, sobre todo para comer.

En Dragon Ball Super, Vegeta y Bulma se muestran como un equipo. La relación se proyecta mucho más madura y Vegeta cuida de ella en todo momento, como cuando le advierte a Jaco que no se propase con su esposa.

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Quizás en el momento en el que apreciamos la tremenda evolución del personaje, es cuando Vegeta se niega a entrenar con Goku para ir al Torneo Universal debido a que Bulma está embarazada y no piensa dejarla sola. Esto tiene un gran significado, pues todos sabemos que Vegeta no tenía una mentalidad paternal cuando nació Trunks, por lo que no estaba presente y no le daba importancia a su esposa y a su hijo; ahora que las cosas han cambiado, está consciente del rol que debe cumplir y que debe acompañar a Bulma, estar presente para Trunks y su nueva bebé, Bra.

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Conoce a Cabba, un saiyajin del universo 6 que es bondadoso y amable, y le enseña a explotar su potencial y a sentirse orgulloso de ser parte de la raza saiyajin. Cabba se convierte en su pupilo y pasa a ser uno de los afectos de Vegeta.

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Durante el Torneo Universal, en su batalla contra Toppo, este asegura que la única forma de conseguir la verdadera justicia es a través del poder, dejando de lado cosas "innecesarias" como los afectos. En ese momento Vegeta se da cuenta de que su fuerza radica en lo que él es y en las personas que ama, por lo que no son descartables. Esto es lo que le brinda su fuerza. Además, en este momento él se enfrenta a su "yo" del pasado, pues las palabras de Toppo son muy parecidas a las que Vegeta le dijo a Goku en la saga de Buu, cuando deseaba volver a ser el príncipe sanguinario de antes y dejar todo aquello que lo hacía "blando" a un lado.

Y esta es, quizás, la muestra definitiva de la evolución del príncipe de los saiyajin: él sabe que su poder aumenta considerablemete cuando se trata de proteger a sus seres amados, debido a que ellos son el motor que lo empuja a seguir adelante, más allá de su propia ambición.

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