Me encantan tus fotos, de hecho tenemos mucho en común: fotografía, atardeceres, orillas de playa, mar y sol.
Pero te cuento que la infancia no muere.
Se transmuta y vive en nosotros por siempre.
No se queda en la orilla viendo los dorados de sol, luz de futuro, fuente de energía sino que va hacia ella, ....quizás nadando.... y si no nada, buscará como seguir y llegar, para quedarse anidada muy dentro de nosotros, para aparecer en los momentos más necesitados y urgidos de inocencia, sencillez y certeza.
La infancia es un puente hacia los recuerdos, hacia la introducción de nuestra vida, el cual cruzamos cada vez que lo necesitamos ...seguramente en un bote con bicicleta para asegurarnos el retorno por cualquier medio!
saludos!
Holaaa @elidap muchísimas gracias por tu apreciación y compartir la reflexión que te produjeron mis fotos. Pues al decir que la infancia "moría" me refería a que esos momentos que sucedieron cuando eramos niños y la manera en que los vemos nunca se repite. Las cosas quedan en el pasado y particularmente cuando somos niños vemos y sentimos las cosas muy diferentes a como las vemos ahora. Es increíble como la manera de percibir el mundo es diferente. Sin embargo, tienes razón al decir que muchas veces volvemos a ser niños y ese niño todos lo llevamos dentro y nunca debemos olvidarlo.
En fin, muchas gracias por comentar. Un saludo!