Lagrimas del corazón ahogadas por el desamor
Yo lo hubiera arriesgado todo para estar a tu lado, arrepentido o agraciado, quisiera saber con qué sentimiento lo has procesado.
Todavía veo nuestro apartamento viejo, como un mal viaje que acabó con lo nuestro, sólido y en concreto sepultare tu nombre mil metros bajo el suelo.
Me haces sentir la euforia en mi cuerpo, mientras con alcohol intento ahogar los recuerdos de todos nuestros momentos.
Momentos que me debes, pues acabaste con mi crecimiento, eso no era amor, no era amor sano, fuiste tú que rompió un corazón cautivado.
Yo te quería porque creía que no era suficiente para ti, y te creí que me querías al pensar que me habías elegido a mí.
Pero me elegiste a mí y a tus amigas, a las que les deseo larga vida, espero que en cien años puedan apreciar tu sonrisa como yo lo hacía, y lo seguiré haciendo, pues era una sonrisa de alegría, aunque fácil mentía a todo mi cerebro.
No te odio ni te desprecio, en realidad creo que te entiendo, con un corazón tan grande sólo yo no podía sostenerlo.
Pero compartirlo no quiero, prefiero que se caiga y se rompa, pero que al menos se rompa por todo mi suelo, y así yo pueda juntar todos los restos y armarlo de nuevo, regalártelo nuevo y volver a decirte cuánto te quiero.
Todo fue un estúpido acto en el cual mi corazón era el anfitrión y tú mí atracción, pero que conmoción, la magia ahora es real, tu corazón es un truco y toda la magia que sentimos se murió cual paloma que nunca más volará.
Que trágico final, pues yo nunca pensaría que tú ya sabrías hacer llorar a una chica, que siempre dormía a tu lado en una cama cubierta con sabanas de mentiras