Hoy en día el término de Modernidad Liquida, acuñado exitosamente por Bauman, se encuentra una etapa de total vigencia por cuanto a los cambios se refiere. Sin embargo, para abordar este tipo de Modernidad plateada por Bauman, no sería correcto dar por sentado que ya se entiende la Modernidad en sí misma.

La Modernidad, es el producto de acontecimientos históricos, sociales y económicos ocurridos en Europa Occidental, pero que Bauman, más específicamente, señala su origen a partir del terremoto en Lisboa en 1755, al que siguió un incendio y luego un tsunami que terminó por llevárselo todo al mar. A partir de estos fenómenos las sociedades comenzaron a plantearse poner al mundo bajo la administración humana, dejando a un lado la concepción de un Dios creador, puesto que lo demostrado a través de lo sucedido era que la naturaleza era ciega, indiferente, hostil e indolente. Así pues, la racionalidad privó por encima del dogma y es lo que produce un cambio, tan importante que se considera un hito histórico que marco el devenir.

A raíz de los cambios ya descritos las sociedades cambiaron su rumbo de manera importante, todo producto de concepciones distintas a la concepción dogmática anterior, cambiando entonces el modo de la familia, de vivir en sociedad y el modo de trabajar e igualmente de emplear, era el tiempo de las grandes fábricas que empleaban a miles de trabajadores para la realización de trabajos seriales. Sin embargo, esos cambios se empleaban bajo la intención de que prevalecieran a través del tiempo y no dar paso a otros.

Este tipo de Modernidad va de la mano con los conceptos acuñados por el mismo Bauman, como lo son Sociedad Liquida y Amor Liquido, todos para hacer referencia a los actuales momentos, donde se muestra la ruptura de la modernidad solida o bien, de las realidades solidas de nuestros abuelos que en algún momento consideraron que dichas realidades permanecerían intactas y hoy, procesos como la globalización y la industria tecnológica las hace escurrir. Desvaneciendo realidades como el trabajo, el matrimonio para toda la vida (además de ser un matrimonio heterosexual), la familia nuclear, formada por la madre, el padre y los hijos (la familia clásica) y demás costumbres implantadas de tal forma que aún, en la actualidad, no ir acorde a las mencionadas realidades solidas se consideran Tabú.

La Modernidad Liquida se presenta entonces y explica los distintos patrones de conducta, gustos, moda, de trabajar, de relacionarse, y demás cambios que atraviesa una misma persona en periodos de tiempo no tan prolongados. Es decir, es esta la que explica la sociedad tan cambiante en la que vivimos y como esta se adecua y se acopla a los cambios casi inmediatamente.

Pudiéramos transpolar entonces este concepto a la realidad venezolana en todos los sentidos, destacando como nuestra sociedad se adapta rápidamente a los cambios, al punto de hacer el cambio su realidad, reflejándose desde una fiesta donde coexisten distintos tipos de música casi en simultáneo, a la regulación de los alimentos, medicinas y ahora dinero en efectivo.