Emigrar sin los hijos... Impacto emocional!

in #cervantes6 years ago


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Este post va dedicado a todos aquellas madres y padres que han tenido que partir de su país de origen a trabajar en otro extranjero en busca de oportunidades laborales y no pueden llevarse a sus pequeños de una vez.

Hoy, mi país Venezuela, es el ojo del huracán en este tema migratorio... a diario observamos cada vez en mayor proporción personas que emigran de nuestro territorio, dejando atrás un profundo dolor a sus familiares pero principalmente a sus propios hijos, que por razones obvias, no pueden llevárselos consigo.

Pero... hasta donde esas decisiones realmente logra el bienestar familiar?... Ha valido la pena la lejanía de nuestros seres queridos?

En la Unidad Psicoeducativa Anzoátegui donde laboro actualmente, atendemos a la población estudiantil que presentan interferencias en el aprendizaje, causando bajo rendimiento escolar y/o repitencia. Sin embargo, desde hace un par de años atrás hemos notado con preocupación que dichas dificultades académicas han aumentado considerablemente, así como las alteraciones conductuales en los niños y niñas en edad escolar.

Luego de varios estudios de los casos referidos al servicio, podemos afirmar que un alto porcentaje del aumento de estudiantes con bajo rendimiento, conductas inadecuadas y deserción escolar se debe a la ansiedad que les ha producido la separación "temporal" de sus padres en busca de mejores condiciones de vida.


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Nadie, absolutamente nadie recomendará que dejen a sus hijos, pero cada quien sabe su realidad y no podemos juzgarlos por haber tomado esa decisión.

Sin embargo, acá les facilito unas estrategias que comparte una amiga Psicóloga para disminuir la ansiedad en sus hijos y evitar tengan mayores problemas una vez que los padres se encuentren lejos del hogar:

. Explícale con palabras que pueda entender que te vas y por qué lo haces; si te pide un juguete o una merienda que no puedes pagar, es una oportunidad para retomar el motivo de tu viaje. Asegúrate que lo entienda, no evadas sus preguntas, está la posibilidad de que crea que lo abandonas o que es un castigo.

. Involucra a las personas que se quedarán con el niño en su rutina con anticipación. Sus comidas, la hora del baño, tu método disciplinario... si se quedará con uno de sus padres, éste eventualmente, necesitará apoyo de alguien más. Es necesario que las personas con las que se quede están dispuestas a acompañarlo con empatía, en los momentos difíciles, en el llanto, en la rabia, en el miedo.

. Hagan juntos un calendario especial, haciendo una señal del tiempo que estarán fuera, luego a solas, agrega mensajes ocultos: Ya ha pasado un mes, eres muy fuerte./ Van ___ días, también te extraño./ Te dejé algo detrás del televisor (puedes dibujar a tu hijo montado en el avión, o un dibujo de todos juntos)./ Algo impregnado con tu perfume.

. Enséñale a manejar la plataforma de comunicación contigo. Define el horario de llamadas o conexión.

. Escribe junto a él un cuento de lo que están atravesando, de los motivos, de las pruebas que van a superar, de lo que van a sentir, lo que pueden hacer al respecto y de su reencuentro. Puede tener imágenes y recortes.

. Déjale algo especial: tu almohada, un juguete tuyo, compra dos pulseras iguales y llévate una; algo que pueda abrazar o tocar y le recuerde así tu compromiso de regresar.

. Escribe notas, envuelve caramelos, deja pequeños regalos guardados para reforzar buenas conductas y que sirvan para ayudarlo a calmar en momentos difíciles.

. La persona que se quede con el niño, no debe dejar por fuera al papá que está lejos en las decisiones que se deban tomar; decirle al niño: "Lo consultaré con tu papá/mamá".

. Si ya emigraste, evita chantajear a tu hijo con tu regreso, con tu presencia, o con tus compromisos previamente adquiridos a cambio de su buen comportamiento.

. Cuando estés lejos, involúcralo en tu realidad, háblale de las personas que conocerá, de los parques cercanos, en momentos nostálgicos pueden hacer planes, decidir cómo decorarán su habitación y lo que harán al estar juntos nuevamente. Ojo... nada de fantasías.

Amigo lector, recuerda:

El tiempo que se va no vuelve... las etapas de crecimiento de tu hijo se vive sólo una vez y si no las compartiste por estar lejos, no lo vas a recuperar nunca. Así que piensa muy bien antes de tomar esa decisión. Por más que les expliques a tu pequeño que lo haces por su bien, por su futuro, para él lo más importante es tu compañía, el tiempo de calidad a tu lado, lo demás carece de importancia.. pero, si no hay otra opción, pues buen viaje y ojalá puedas retomar pronto tu convivencia familiar.

Hasta una próxima oportunidad!