Me hace recordar las fábricas de flores en Ámsterdam. Cuando viví allá un amigo consiguió un trabajo muy rápidamente allí. Me contaba que era extenuante por lo mismo, estar muchas horas de pie y tratando de hacerlo rápido y bien, pero pudiendo herirte las manos por las espinas.

Me gusta esa visión de estar preparados para el futuro, tener un título, haber trabajado en cualquier otra cosa, saber que no hay cargo pequeño sino personas pequeñas y que trabajar brinda mucho más que un pago, la utilidad y el bienestar de lo hecho. Aplausos y ¡éxito!

Pd. Yo trabajé levantando tarantines y techos en un mercado holandés, nada glamoroso, por dos años.