Luego de darme cuenta que la muerte no era mas que un renacer, un despertar absoluto de este mundo, caí en cuenta de todo lo que pasaba en mi vida, como siempre toco este tema de la rutina y la vida bajo horarios, todo se tornaba repetitivo y estresante, tanto que no dejaba a la luz ningún signo de humanidad, esclavizado en un trabajo de once horas los fines de semana, en la universidad con una educación en picada, mi ex pareja consumiendo mi energía, problemas de aquí para allá, era un punto donde no conseguía retorno, venia semana santa y me estaban buscando para trabajar toda la semana... bajó de los andes mi tío en su camioneta y ahí se encontraba al regresar a mi casa, solo me dijo "salgo mañana, ¿quiere ir?".

La vida da vueltas inesperadas e irme de Valencia a San Cristóbal de un día para otro dejando todo, sonaba como una decisión irresponsable, pero no me importo en lo mas mínimo, mi mente y cuerpo estaban saturadas, la rutina había hecho de mi un autómata sin sentido. Cuando te das cinco minutos para pensar en que estas haciendo, el mundo puede convertirse en cortinas cerrando ventanas, puertas de metal oxidadas y selladas, así se podía sentir el día a día, no me importo recordar eso, prepare mi maleta, descargue un montón de cumbia para el camino y al mediodía de ese día ya estaba muy lejos de la ciudad.

Al llegar a San Cristóbal en el estado Táchira de Venezuela, donde reside toda mi familia, donde tengo amigos y justamente estaban ahí, venían de Valencia, hasta del puerto, todo se conjugo para que bebiera toda la semana junto a ellos, visite lugares que no había pisado antes, un barrio, calles, parques, lugares llenos de cerveza y cigarros. Es cierto que aprendes mas viviendo que viendo, hubo momentos donde el alcohol no me hacia nada, el olor a cigarro rancio era parte de mi, la música se escuchaba a toda hora, mi compañía valían o valen mas que el oro o el diamante, ahí me di cuenta de que morir no me importaba, perder mi pareja, mi trabajo, era reencontrarme y volver para terminar con todo lo que me detenía, pase los mejores momentos en esa ciudad, siempre lo hago, pero esta vez volvía a mi casa sin importarme nada.