MAMA ESPECIAL
Todas las madres son especiales... pero este no es el significado a que me refiero; en esta oportunidad hablaré sobre madres de niños con necesidades especiales.
Cuando empiezas a ser madre tu vida cambia, tu prioridades se enfocan en ese bebe y todas las cosas que implica criar una familia, el trabajo, el colegio, las actividades extraacadémicas, tu vida personal.
Pero cuando se tiene un hijo con alguna condición o con necesidades especiales, todo se vuelve una locura, cuando debes incluir en tu rutina citas médicas, terapias continuas, definitivamente debes cambiar tu forma de pensar sobre la crianza e incluir hábitos acorde a las necesidades del niño.
YO SOY UNA MAMÁ ESPECIAL
Mi pequeño fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista de Alto Funcionamiento (TEA-AF) y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), a los 4 años de edad.
“El autismo es uno de los trastornos del desarrollo más complejos, tanto para la persona afectada como para la familia. En este trastorno se ven afectadas áreas y capacidades funcionales básicas para el ser humano como son la interacción social, el lenguaje y la comunicación, la flexibilidad mental y comportamental y la simbolización. A esta problemática pueden unirse problemas asociados como problemas de conducta, hipersensibilidad, y trastornos del sueño y alimentación. Este conjunto de alteraciones puede provocar graves modificaciones en la dinámica familiar y generar necesidades importantes en todos los ámbitos”. FUENTE
Mi príncipe se llama Salvador actualmente tiene 6 años y es un niño muy guapo, súper extrovertido, simpático y cariñoso.
Desde muy pequeño había notado ciertos comportamientos que no me parecían acordes en un niño que se está criando en un ambiente tranquilo y nada violento, rabietas muy largas y agresivas, generalmente no respondía a su nombre, era muy desafiante y rebelde, además, es muy inquieto, no hacia siestas y se dormía muy tarde. Estas crisis no eran solo en la casa, sino que me limitaba a salir con él, o sea, no íbamos a fiestas, reuniones, paseos, centros comerciales, cines, solo salíamos a lugares controlados como a casa de familiares. Todos estos comportamientos se los atribuía a que era el único niño de la casa y que estaba mimado.
Pero lo peor empezó cuando inició el preescolar, todos los días recibía quejas, me llamaban para que lo buscara antes de la hora de salida, cuando se frustraba porque no lo dejaban o querían obligar a hacer algo, rasguñaba, mordía, daba patadas, escupía, no sentía respeto ni miedo por ningún adulto de la institución a la cual nunca se adaptó, jamás siguió la rutina, se negaba a realizar las actividades, no participo en reuniones de grupo (le parecían tan aburridas que se acostaba en el piso y se dormía) socializaba con muy pocos niños.
Durante el primer lapso todos me decían que era normal en la adaptación, que poco se iba a adaptar, llegó el segundo lapso y todo siguió igual, entonces la Directora me recomendó muy cautelosamente que buscara ayuda profesional, que hablara con mi pediatra sobre la conducta de mi hijo. Lo cual hice de inmediato, él me refirió a un Psicólogo y un Neurólogo.
Y aquí empezó mi nuevo cronograma de vida, entre citas y terapias. Primero fuimos al neurólogo donde le practicaron un electro encefalograma y una serie de exámenes de sangre. Luego de la revisión el Doctor me dijo: este caballerito es muy simpático, ocurrente y muy conversador; es muy intranquilo definitivamente es Hiperactivo, pero no has notado que tiene un vocabulario muy amplio, no hace contacto visual y les cuesta entender el sentido no literal, tu hijo presenta características de autismo, lo medicó y me invitó a documentarme sobre el tema, me refirió a psicología y psicopedagogía. Luego de estas surgieron nuevas consultas como a terapia ocupacional, terapia de lenguaje, nutricionista.
De verdad la conducta de mi hijo ha mejorado, se adaptó súper rápido al primer grado, sigue órdenes, respeta, es más tolerante. Todo este esfuerzo, cansancio, paciencia, interrupciones en el trabajo, vale la pena para mejorar su empatía, su adaptación social y autonomía.
Actualmente mantengo en la semana dos citas se psicopedagogía, dos te terapia ocupacional, tareas dirigidas y actividades deportivas, a parte de todas las cosas que hay que hacer para mantener un hogar a flote.
Recomiendo a los padres que si observan alguna conducta disruptiva en sus hijos, no la consideren normal, descarten de donde viene ese comportamiento, busquen ayuda profesional, consulten con su pediatra, esto les ayudara muchísimo para el diagnóstico temprano de alguna condición. Tengan presentes que sus reacciones o impulsividades son fisiológicas no es algo que hacen a propósito, sean constantes, sean pacientes, sean amorosos.
ESPERO QUE MI EXPERIENCIA LES SIRVA DE GUÍA A AQUELLAS PERSONAS QUE SE SIENTAN IDENTIFICADAS CON EL TEMA
Gracias por leerme... apreciare sus comentarios.
Encantada de encontrarme con otras Mamás Especiales. Un abrazo.