"Dice la leyenda que uno es diferente, y solo aquellos elegidos reciben el golpe de suerte".
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Fue una interesante cita que leí en una cajetilla de cigarrillos una mañana normal en una de tantas durante la jornada laboral, cita que a mi parecer fue curiosa puesto que los mensajes mas comunes en estas son referentes a alguna típica enfermedad crónica, pues resulta que uno de los veinte tubitos vino con su filtro color rojo en vez del naranja predilecto en esta marca (Lucky Strike).
Mientras me ahogaba en mis propios pensamientos recordé el precio de la cajetilla (680.000 BsF.) bastante costoso para algunos, inclusive para los propios viciosos cuya dependencia les hace ignorar tal precio. Independientemente de eso, todo sea por gastarse un extra en perderse de la realidad aunque sea por un corto plazo
Tal cita ya mencionada me conmovió al punto en como la “suerte” promedio de los Venezolanos se ha ido erosionando con el tiempo rebajándose a por ejemplo, conseguir una harina pan a precio viejo. ¿Qué tanto hemos sufrido en los últimos años? Como para que simplemente nuestro rostro se adorne con una enorme sonrisa con la sencillez de conseguir un costo por debajo de lo común o quizás agradecer por un día mas de vida en este duro país.
Es triste recordar viejos tiempos con nostalgia y sentir un nudo en la garganta al visualizar aquellas plazas adornadas y coloridas especialmente en época decembrina, personas bailando o cantando. Ya no lo veo así, solo son plazas lúgubres, oscuras y uno que otro borracho en las ruinas de lo que alguna vez fue un banquito.
Llegada la medianoche el 31 de diciembre del 2017 si escuche un cohete fue mucho, se hicieron las 12 y el escándalo que horroriza a los caninos ni se sintió (esa vez el golpe de suerte fue para ellos), deseos de feliz año a regañadientes y cierta resignación, además de falta de creencia en esas palabras puesto que a lo largo de estos 19 años de gobierno solo se ha limitado a una mera muestra de educación.
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Espero este país tenga un futuro mejor, ya que cada fin de año es mas duro que el anterior, a estos pasos estamos mas cerca de literalmente no celebrar tales fechas porque sencillamente ya no hay nada que celebrar, salvo llegar a casa tarde para compartir en la cena (si es que la hay) como se logro conseguir tal harina pan a bajo costo y ¡Sin colas!
Que pena Venezuela un país que lo tiene todo pero al mismo tiempo, nada. Muchos son los que tienen su golpe de “suerte” a diario (unos mas que otros...) con esperanza de que se repita pronto, pues si la fortuna dependiera de nuestros gobernantes, en estos momentos estaría por terminal de cédula.
