Lo que aprendí de "Las ventajas de ser invisible"

Nos pasamos la vida buscando ese amor que nos descontrole, que haga que todo lo sencillo y simple se vuelva más complejo, un amor que te mueva el piso, que cambie tu visión de todo, que haga girar tu vida 180 grados.

Pero en ocasiones no es eso lo que necesitamos...

En un libro llamado “The Perks of Being a Wallflower” (Las ventajas de ser invisible) dicen una frase que me hizo pensar, esta frase era

“Aceptamos el amor que creemos merecer”.

Después de sentarme a analizar lo que eso podía significar llegue a una conclusión muy clara, la frase hacía referencia a que aceptamos aquello que es de alguna forma igual a nosotros, me explico, si estamos dañados o algo rotos, entonces buscamos refugio en aquellas personas que están pasando por lo mismo que nosotros…

Si nos consideramos personas malas, buscamos malas compañías, si tenemos vicios, buscamos aquellas personas que también los tengan, dependiendo de nuestra propia percepción buscamos aquello que más se nos asemeje.

No nos damos cuenta que ante todo eso necesitamos una salida, una luz entre tanta oscuridad.

Un día mientras pensaba en todo lo anterior mencionado se me ocurrió lo siguiente, y me lleva a relacionar lo primero que menciono a lo último…

"Quizá no necesitas a alguien que desordene tu vida, quizá tu vida ya es un desorden y simplemente necesitas de alguien que la ponga en orden; en ocasiones se buscan personas que al final terminan dañándote más, cuando en realidad necesitas a alguien capaz de repararte".