Colonial Petare: una experiencia de vida

in #cervantes7 years ago

          Siendo estudiante universitario, cursando el ciclo básico, uno de los compañeros con quien estudiaba de nombre Nelson Gonzalez me invitó a conocer el equipo de futbol en el cual participaba, con la intención de que formara parte del mismo, él vivía en el sector Buenavista de petare ubicada en el este de Caracas, capital de Venezuela, una zona muy populosa con una gran cantidad de barrios y con muchas viviendas conocidas como ranchos. Acepté la invitación y fui a conocer el equipo llamado Colonial Petare, conocí a todos los integrantes. En este equipo habían dos categorías: juvenil y adultos. En caso que aceptara jugar iba a pertenecer a la categoría adultos, tenía 19 años. Lo pensé y a la semana tome la decisión de pertenecer al club. Miguel Brazón, el director, era un gran orientador, nos reuníamos con frecuencia para planificar eventos y actividades relacionadas con el deporte, un gran ser humano, nos valoraba y motivaba a seguir adelante. La verdadera razón de ser del Colonial Petare era fomentar en los jóvenes el interés al estudio y a la formación académica siendo el deporte la herramienta fundamental para lograrlo. Los que estábamos estudiando en la universidad éramos parte del engranaje para ir logrando ese objetivo.  

        Existía para la época la liga interbarrios de futbol, esta organizaba el campeonato de futbol en la cual participaban  equipos de muchos barrios de petare, era la primera vez que participaba en un evento de tal naturaleza y con el Colonial Petare. El equipo venía participando en dicha liga desde hacía algún tiempo. Pude notar problemas de organización y planificación, ausencia del  acto protocolar para dar la bienvenida a los equipos, no había suficientes árbitros y los  campos de juego estaban deteriorados. Todo esto generaba desmotivación en los jóvenes y dejaban de asistir a los juegos. 

        Por esta razón decidimos asumir el reto de ingresar a la Federación de Futbol del Estado Miranda y participar en el campeonato auspiciado por dicha organización. Esto generó un gran interés y expectativa en  los integrantes de las dos categorías. Se hicieron muchas reuniones para buscar las alternativas y que nos proporcionara el dinero para comprar uniformes y pagar la inscripción en la Federación. Organizamos rifas, se tocaron muchas puertas y se logró conseguir los recursos. Compramos los uniformes  y cancelamos la inscripción. Fuimos al desfile inaugural todos uniformados y a  las dos semanas se comenzó el campeonato. El campeonato era exigente y muy competitivo porque todo lo que representa excelencia es así. Había que esforzarse, todo esfuerzo eleva la autoestima y conduce a la superación, esto era lo que realmente se quería lograr en los jóvenes del Colonial Petare, lamentablemente  pocos entendieron el objetivo que se perseguía.  

      Algunos lograron obtener sus respectivos títulos universitarios, esto les permitió salir del barrio y vivir en buenas urbanizaciones en Caracas, formaron sus familias y tienen buena calidad de vida. Muchos otros, sucumbieron a la droga, alcohol, delincuencia y condenaron sus vidas a permanecer en el barrio. Después de cinco años de participación dejé el club, finalicé mi carrera universitaria y seguí con mi vida.  

      La vida en los barrios es realmente difícil, por todas partes proliferan los antivalores: droga, prostitución y todos los vicios que conducen a la degradación del ser humano. Los jóvenes en los barrios están en contacto con ese entorno desde muy temprana edad y no conocen otro ambiente, es por ello que debemos otorgarles todas las herramientas necesarias para que puedan lograr sus objetivos y motivarlos a que son capaces de vivir otra realidad sin importar de donde sea su procedencia. Todos los jóvenes tienen derecho a la vida y al futuro.