Ese duro momento que necesita de una valentía titánica para alcanzar el más anhelado deseo o tocar fondo . No obstante, quedarse sin la respuesta y dejar escapar el momento, según mi experiencia, puede llegar a ser el peor de los rechazos. La eterna duda de que podría haber pasado. Gran post, me encanta.
Así es. Considero que la duda es un clavo que con el tiempo va abriendo más la herida. Debe aprovecharse cada oportunidad porque después no habrá consuelo alguno que logre mitigar ese "¿por qué no lo hice?". ¡Gracias!