Equilibrada alienación X.

X

Ahora mi mente domina mi cuerpo, ese síndrome no me deja vivir, me hace temblar, alucino, tengo escalofríos y ganas de acabar con todo el que se me ponga por delante.

Debo tratar de pensar lo mínimo, solo necesito alcohol, solo necesito ese dulce néctar de los dioses al que amo y odio al mismo tiempo, el que me da la vida y me atormenta. Pero él lo es todo para mí.

He llegado a mala hora, está todo el mundo comprando sus inútiles artículos y no me dejan caminar con normalidad, ni siquiera se dignan a mirarme a la cara, me tienen miedo, asco, pena…lo que ellos no saben es que el sentimiento es mutuo, pero al menos, yo sí los miro a sus putas caras, a sus desagradables caras llenas de maquillaje.

Fuente

El dinero que tengo no me da para mucho, necesito una alta graduación de alcohol a muy bajo precio. Vino blanco, delicioso vino blanco por un precio ridículo. Eso me va a dar la energía que necesito para continuar, lo veo, es el camino correcto.

• ¡Oiga señor! no puede ir escupiendo por los pasillos, haga eso en la calle. Está en un sitio donde se requiere una cierta higiene…

• Higiene… ¡Mis huevos! ¡Ahí puede encontrar higiene!

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