Adansonia grandidieri.

La Adansonia grandidieri o Baobab de Grandidier fue un enorme árbol que en la actualidad se considera extinto. ¡Sí! Las plantas también se extinguen, pero si nunca fuimos capaces de ocuparnos en cuidar o recuperar las especies animales en peligro de extinción, mucho menos lo hemos hecho con las plantas.

En Madagascar existieron hasta seis especies endémicas de baobab, la Adansonia llegó a ser la más grande de todas ellas, pudiendo llegar a alcanzar hasta 40 metros de altura y su tronco un diámetro de 3 metros.

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El hecho de encontrarse sólo en la isla de Madagascar supuso un problema para este majestuoso árbol y eso que eran considerados muy importantes para los pobladores locales que lo llamaban Renala o madre del bosque.

Estos baobabs consiguieron sobrevivir a la destrucción de los bosques tropicales que antaño hubo en Madagascar, pero finalmente se produjo su extinción, ante la imposibilidad de convivir con el enorme aumento de una especie invasora, la humana.

Los humanos llegaron a talar a casi todos los ejemplares de este peculiar árbol, ya que tenían la necesidad de dejarle espacio a la agricultura, y aislando a ejemplares solitarios que con el paso del tiempo fueron muriendo en soledad, sin poder llegar a comunicarse con otros de su misma especie.

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La raza humana hizo lo que siempre hace, lo que mejor sabe hacer, destruir. Y no sorprendió a nadie, si no era capaz de respetar a los animales más cercanos a él en la escala evolutiva, cuanto menos a una planta…

En la actualidad, estos enormes árboles, sólo es posible contemplarlos en documentos fotográficos, donde se aprecian sus espectaculares formas, sus hermosas flores con pétalos de color blanco o amarillo y sus frutas ovoides.

Pero, como era de esperar, este no fue el fin y la destrucción de la naturaleza continuó…