Dependencia.
Dependencia.
Aquí me encuentro, otra vez, sumergida. —Abro los ojos— sigo aquí, con toda esta agua rodeándome.
—¿Cómo hice para llegar hasta aquí?— No sé cuántas veces se ha pasado esa misma interrogante una y otra vez por mi cabeza —cierro los ojos de nuevo— trato de recordar qué fue lo último que hice cuando desperté nuevamente aquí. No lo recuerdo. Siento pesada mi pierna, algo cuelga de mi tobillo derecho. Se recrean imágenes en mi cabeza de lo que posiblemente puede estar sujetándome —¡UNA CADENA!—, abro los ojos rápidamente— trato de esbozar un sonido: —''¡Ayuda, ayuda!''— pero mi garganta se llena de agua y mis pulmones se ahogan, se funden, pierdo el conocimiento.
Lo recuerdo: lo último que hice fue pedir ayuda, pero nadie vino. —¿Por qué nadie viene a socorrerme?—¿Dónde se esconden todos aquellos charlatanes que prometieron brindarme su ayuda cuando más la necesito?— Me lleno de odio, siento que mi pecho arde y un fuego que yace dentro de mí crece, se expande, me revitaliza —vuelvo abrir los ojos—, sigo viendo agua. Un montón de agua rodeándome. Un charco gigante es ahora quien infunde mis aflicciones. Pero ahora no siento odio, siento pena; pena de mí misma por estar aquí pidiendo ayuda, esperando que alguien venga por mí sin tratar de valerme por mí misma. ¡Já, qué valiente me creía cuando dejaba que todos hicieran el trabajo que a mí me correspondía! —Veo la cadena que me ata—, recuerdo haberla visto más grande cuando pedía a gritos ayuda, pero ahora se ve más pequeña. Trato de desprenderme de ella, pero no puedo, es inútil —suspiro—,
intento de nuevo pedir ayuda, pero pierdo otra vez el conocimiento.
Mi cuerpo se siente pesado, tan pesado —¿cómo es que un cuerpo tan pequeño puede sentirse a la vez tan pesado?— No puedo moverme, no quiero moverme, quiero que alguien me ayude —vuelvo a despertar— ¿por qué a mí?—¿Por qué tengo que pasar por esto?—¿Por qué simplemente alguien no me quita esta cadena?—. Me arden los ojos, pero ya mi cara está toda húmeda, creo que son las lágrimas que se han ido mezclando con la nostalgia que consigo trae el mar. Pienso en aquellos atardeceres que amaba mirar por la ventanilla de mi cuarto. Una ventanilla que deja de ser una y se liga con otra. Otra que me lleva a los momentos donde las sonrisas era lo único que ocupaba mi cara cuando algo me salía bien; cuando era yo misma la autora de mis objetivos, metas y aspiraciones.—¿Cuándo dejé de ser yo mi propia heroína?—¿De dónde nació esta dependiente existencia?— No lo sé, pero no tengo tiempo para recordar mis irreflexiones, por ahora, lo único que me queda es conjeturar mi salida.
—Vuelvo a mirar la cadena—, ahora es más delgada, más tenue, más frágil. Me pregunto si así me diviso yo atada a esa cadena. Siento el cuerpo más liviano, más manejable. Aprovecho esta ligereza para tomar la cadena que ata mi tobillo derecho—La sujeto—''piensa, piensa, piensa'' —me repito— Y en la cadena distingo una cerradura —¡la llave!—¿Dónde está la llave?— Y la pregunta resuena en mí, en mi conciencia, en mi soledad inminente. En todo este mar imperioso. Siento que voy a rendirme de nuevo sin antes haberlo intentado. Pero no me lo permito.—Abro fuertemente los ojos—no voy a rendirme—busco incesantemente la llave. —¿Quién me encerró aquí?—¿Quién fue tan cruel de encerrarme en este infierno acuático?— Lo recordé. Fui yo misma. Yo misma me arrojé en esta mar de pesadumbre y supeditaciones. Yo misma me hundí en el desasosiego de una verdad inerte de motivaciones y llena de placeres ajenos pero facilidades inadmisibles. —¿Cuánto tiempo he pasado hundida aquí?— Reviso mis bolsillos y, dentro de ellos, encuentro un collar cuyo dije es parecido a una llave: la llave precursora de mi condena en esta profundidad. —Así que aquí estaba, tan cerca y, aun así, tan lejos de mis ojos—.
La inserté en la cerradura y las ataduras que antes me acorralaban empiezan a caer, se desvanecen, y me elevo. Asciendo hasta la superficie de este mar y por fin siento el sol resplandecer en mi rostro,—¡qué etéreo!— pienso,—¿cuándo dejé de surcar el mar desde la superficie?—¿Cuándo la aberrante cordura del sublime ímpetu de emociones atemorizantes y, a la vez, imbatibles y poco extenuantes me han engullido en una oscura y abominable soledad?— Sin embargo, ahora puedo afirmar que me he librado de esta vehemente sumisión.
Fuera esas cadenas, @suvasquez. Libertad.
Nada más sublime que eso ¡Libertad!
Muy bueno tu texto y toda la estructura de tu post. ¡Sigue así!
Muchas gracias a ti por leerme. Saludos ❤️
Que bien!
he disfrutado mucho la lectura
felicitaciones...
@nachomolina
Muchas gracias a ti por leerme. Un abrazo ❤️
Apoyado por el trail "Orincones"
Ven y unete en el canal de Discord ¡Te esperamos!
Muchas gracias por el apoyo, chicos. Saludos y abrazos <3
Me fascino desde el primer momento, me llevo a estar ahí contigo que bien narrado y estructurado. Gracias por compartir me encanta este tipo de relatos.
Me llena de alegría saber que te gustó. Muchas gracias por pasarte por aquí ❤️
Gracias a ti!!! y espero leer de nuevo muy pronto. Mil Gracias
Gracias por compartir tu contenido con la comunidad de El Arca (@elarca), el mismo ha sido votado por nuestra iniciativa de curación artística @stellae.
Si deseas puedes delegar SP al proyecto: Delegate 25 SP | Delegate 50 SP | Delegate 100 SP | Delegate 250SP | Delegate 500SP o seguir nuestro trail de curación en Steem Auto.
Está hermoso. Me encanta, espero sigas así.
Me encanto, tienes un don para la escritura, este relato tiene mucho sentimiento, se siente en cada linea.
Muchas gracias a ti por tomarte un tiempito para leerme❤️
Congratulations @suvasquez! You have completed the following achievement on Steemit and have been rewarded with new badge(s) :
Award for the number of comments
Click on the badge to view your Board of Honor.
If you no longer want to receive notifications, reply to this comment with the word
STOP
To support your work, I also upvoted your post!