No es una montaña rusa lo que sube y baja, es tu peso. Has probado la dieta del repollo, la del chocolate y la de la alcachofa, pero nada ha dado resultado. Has usado parches, cinturones especiales y cremas milagrosas para rebajar el volumen de tus curvas, pero todo ha sido inútil. Pues no te sientas aislado(a) porque esto le sucede a muchas personas a las que les es difícil controlar los kilos de más.

El consumo de grasa y calorías es el principal problema que enfrentan aquellos cuyo peso varia de forma constante. Dulces y frituras son principales fuentes de esta alteracion que se refleja en el crecimiento indeseable de ciertas partes del cuerpo como el abdomen y las piernas.

Diseñar una dieta que se ajuste a tus hábitos, preferencias y estilo de vida, puede ser la solución que tanto has buscado. Una alimentación que concuerde con tu cuerpo y tu rutina, podría ser lo que necesitas para adelgazar.

Una dieta escrita en una hoja de papel no servirá de nada si no tomas en cuenta algunos aspectos importantes como: las comidas problemáticas, los horarios y la frecuencia con que te alimentas. En primer lugar, debes determinar cuales son los alimentos perjudiciales para tu cuerpo. Una vez que lo hayas descubierto sustitúyelos por otros. Por ejemplo, puedes cambiar las papas fritas por un yogurt descremado y los aguacates puedes sustituirlos por un poco de fruta. Con este intercambio ganaras menos calorías y notaras un descenso en tu peso.

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_{Imagenes cortesia de pixabay}

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