El petro no es una criptomoneda, no se podrá minar, su venta será regulada y centralizada
Cuando el gobierno venezolano presentó el petro como una criptomoneda que lo ayudaría a evadir las sanciones internacionales (como había anunciado también Rusia días antes), me sorprendió con desagrado la amplia recepción que le brindó la comunidad blockchain y de criptomonedas en el mundo, casi sin una visión crítica de la misma. A pesar de las declaraciones sobre "la guerra económica", los múltiples arrestos a mineros y la centralización de la misma, en un gobierno que destruyó dos veces su moneda. Ahora, se ha oficializado que no es una criptomoneda y que será "preminada" con venta controlada que permitirá saber a quién se le vendió, es decir, con control del gobierno y sin blockchain.
Antecedentes
El anuncio de una criptomoneda creada por un gobierno y respaldada por oro, petróleo y diamantes parecía novedoso, pero parece que muchos se obnubilaron en el anuncio sin evaluar que el gobierno venezolano no sólo tienen una crítica situación económica con un default técnico por la cesación o retraso del pago de los bonos de deuda, un PIB que cayó por cuarto año consecutivo, una inflación de 2.700% en 2017 (según estimaciones de la Asamblea Nacional) y especialmente una hiperinflación (más de 50% intermensual) desde octubre de 2017, lo que implicó destruir al Bolívar Fuerte, una nueva familia de billetes que sustituyó a la anterior en 2008, eliminando tres ceros de forma nominal. Es decir, mil bolívares serían ahora un bolívar fuerte. Y que esto fue por inflar en más del 1.000% la liquidez monetaria en un año, sin respaldo de ningún tipo y según el Banco Central de Venezuela.
¿Cómo iba a ser el petro distinto?
Pues esa "debilidad" estal parecía cubrirse con el respaldo de commodities. Pero resulta que la OPEP informó que Venezuela perdía cientos de miles de barriles de producción diaria, mientras que mineras expropiadas como Crystallex y Gold Reserve continuaban sus demandas o negocios poco claros en el Arco Minero del Orinoco, una extensión de 111 mil kilómetros cuadrados al sur del río Orinoco, para la explotación minera, con rechazo de científicos, ambientalistas e indígenas.
Pero además Venezuela era un país que se había conocido en la comunidad de las criptomonedas por los distintos arrestos a mineros bajo figuras penales poco claras como la estafa eléctrica. El presidente Nicolás Maduro anunció un Observatorio Nacional del Blockchaing y un Registro Nacional de Mineros para crear una zonas especiales de minería a pequeña, mediana y larga escala (aunque sin explicar cómo harían con los frecuentes cortes de electricidad y fallas de internet, pero asomando un posible mayor pago de la súper subsidiada tarifa eléctrica), así como un cambio en la recepción de remesas de forma directa, aunque omitiendo señalar que se calculan unos 4 millones de venezolanos en el exterior aunque el Defensor del Pueblo aseguró que entraban más personas que las que salían del país.
Ahora, después que se anunciara la emisión de 100 millones de petrosy que reconocidos economistas venezolanos explicaran que no se trataba de una criptomoneda ni un criptoactivo sino una vulgar emisión de deuda porque prometía crudo que no ha sido explotado, Carlos Vargas, que ostenta un cargo con el rimbombante nombre de Supervisor de Criptomonedas y Actividades Conexas dijo: "Existen dos tipos de monedas: las que son minables y las que no son minables, éstas últimas son preminadas, así se les llama. Son preminadas porque se tiene la emisión completa bajo tu control. En el caso de las monedas que son preminadas, son las que están siendo utilizadas por proyectos de países que han decidido minar sus monedas y esto para la garantía de la transparencia en la entrega del mercado primario".
Vargas lo ha llamado un criptoactivo en una entrevista con el canal del Estado, Venezolana de Televisión, mientras economistas insisten en llamarlo una moneda digital, bono digital o activo digital, según reseñó El Estímulo pero también lo escribió Frances Copolla en Forbes, haciendo un buen resumen de las malas condiciones económicas y legales del gobierno de Maduro para quitarle confianza a los 86 mil mineros que según se han registrado. Vargas remató diciendo que la gente compraba criptomendas sólo por fe sin respaldo y que el Petro tendría (aunque con emisión y venta controlada) el respaldo de las reservas petroleras más grandes del mundo, que además, por Constitución no se pueden enajenar y este mismo martes 9 de enero la Asamblea Nacional declaró "nula" la emisión del mismo.
Es el blockchain, estúpido!
Fuente
Excelente artículo para guiarnos y discenir entre tanta oscuridad e ignorancia que rodea al "Petro". Gracias por compartir!
Seguimos en las mismas, el país cada vez mas hundido en la crisis y esta gente del gobierno que no saben que inventar para intentar seguir en el poder.... Que dolaricen el país y punto....
Los mismos economistas no creen que dolarizar sea la respuesta. Y Luis Oliveros dio detalles: aunque muchas cosas están indexadas en divisas, muuuuchas otros bienes y servicios no por lo que implicaría un aumento de centenas de veces en su valor. La telefonía, el
acceso a Internet, las matrículas estudiantiles y los servicios públicos están por debajo de los valores internacionales promedio.
Me ha parecido bien interesante el artículo. Hy que seguir de cerca y profundizar la información. Nos seguimos leyendo