El nacimiento de la sociedad empática.

Descubrimientos recientes en el estudio del cerebro y del desarrollo infantil nos obligan a replantear la antigua creencia de que el ser humano es agresivo, materialista, utilitarista e interesado por naturaleza. La conciencia creciente de que somos una especie esencialmente empática tiene consecuencias trascendentales para la sociedad.

El día de hoy ante la incertidumbre global, también vemos como va en aumento la conciencia empática gracias al consumo excesivo de energía y recursos de nuestro planeta Tierra que afectan gravemente a su salud.

Con el auge de las criptomonedas nos estamos acercando a una posibilidad esperanzadora y a la vez inquietante de acercarnos a esa «empátia global» en un mundo interconectado. Es emocionante poder vivir en el nacimiento de una nueva era caracterizada por una «economía distributiva» y cada vez más por una conciencia de la biosfera, ¿no lo creen así?

Los grandes cambios económicos de la historia tienen lugar cuando las revoluciones en las nuevas comunicaciones convergen con nuevos regímenes energéticos para crear entornos vitales completamente nuevos.

Desde hace tiempo es posible que hogares e incluso edificios produzcan, consuman y compartan su propia energía, mediante recursos naturales renovables como la energía solar, eólica, hidráulica, geotérmica, mareomotriz, y biomasa. Cuando las emergías renovables abundan es posible utilizar parte de la energía que se genera para extraer hidrógeno a partir del agua, que puede almacenarse para su posterior conversión en electricidad. Así la sociedad contaría con un suministro continuó de energía.

Hoy mediante proyectos de financiamiento con Blockchain, aplicaciones como Solarcoin.org y los Smart contrats este futuro puede ya ser una realidad. Mediante redes eléctricas inteligentes conectadas directamente a los cambios climáticos, registrando sus variaciones, en el flujo, la temperatura, velocidad, etc. lo que permitirá ajustar instantáneamente el flujo eléctrico tanto en función de las condiciones climáticas externas como la demanda de los consumidores. Hablamos de eficiencia en la distribución de la energía totalmente automatizada.

Esta demostrado que el flujo eléctrico centralizado y vertical actual es cada vez más obsoleto. En esta Tercera Revolución Industrial, empresas, hogares, corporaciones locales se convertirán en generadores y consumidores de su propia energía.
Surge la generación distributiva.

¿Porque tanto énfasis en la energía si el título del artículo es El nacimiento de sociedad empática?

La historia demuestra qué tras las revoluciones en la manera de comunicarse y la forma de generar energía trae consigo un gran cambio económico. La diferencia es que hoy se está despertando una conciencia por nuestra madre Tierra y un deseo de contribuir entre Humanos.

Incluso cambiando la manera de usar los vehículos creando transporte con sistemas eléctricos y motores de células de hidrógeno afectarán la infraestructura global. Como en sus tiempos lo hizo el ferrocarril y el automóvil de combustible no renovable.

¿A qué voy? Hoy ya no necesitamos de la centralización para ver este mundo, un grupo bastante grande y fuerte descentralizado de total autosostenibilidad (empezando por manera de producir la energía) fomenta niveles hasta entonces desconocidos de colaboración entre pueblos y naciones de la Tierra.

La falta de autosostenibilidad y acceso a la energía es una factor clave en la perpetuación de la pobreza. Piensenlo. El acceso a la energía es sinónimo de mayores oportunidades económicas y cambio en la manera en como vivimos y producimos las cosas.

Si el día de hoy viniera un extraterrestre y viera como desperdiciamos nuestros recursos renovables para no generar energía y que usamos la energía eléctrica que tanto contamina, se echaría a reír a carcajadas.

Una economía global más distributiva y participativa está comenzando a transformar radicalmente la orientación temporal y espacial de la especie humana, conduciéndonos a una mayor diferenciación en las destrezas, a una profundización en el conocimiento de la propia personalidad, a mayores niveles de conectividad, a la ampliación de la empatía y a la expansión de la conciencia, esta vez hacia la envoltura que rodea la Tierra, la biosfera.

Cada vez más se nos damos cuenta de quién realmente somos. ¿Listos para los proyectos que vienen?

Sigueme: @jesuszamoraes

Post basado en el libro de Jeremy Rifklin; La sociedad empática.

Fuente de imagenes: thestocks.im